La respiración tummo es una antigua técnica de respiración practicada originalmente por monjes budistas tibetanos que se traduce como "fuego interior," una práctica intensa de respiración o pranayama, que tal y como recoge una exhaustiva investigación publicada en ayuda a las personas a elevar ligeramente su temperatura corporal. Tal y como ...
La respiración tummo es una antigua técnica de respiración practicada originalmente por monjes budistas tibetanos que se traduce como "fuego interior," una práctica intensa de respiración o pranayama, que tal y como recoge una exhaustiva investigación publicada en ayuda a las personas a elevar ligeramente su temperatura corporal.
Tal y como la maestra de respiración e instructora de yoga Gwen Dittmar, se trata de una antigua meditación tántrica que utiliza la respiración bioenergética más la visualización para aumentar tu fuego interior. "Combina un patrón de respiración específico y la visualización de una llama que sube por tu columna vertebral", explica. Junto con elevar brevemente la temperatura corporal, esta práctica también se cree que ayuda a las personas a manejar el estrés, mejorar la cognición, activar los chakras y, en general, ayudar a facilitar una transformación interna hacia una especia de liberación interior.
Tal y como explica esta experta, el proceso es muy sencillo y la puedes hacer en unos sencillos pasos que te contamos:
Siéntate cómodamente con una buena postura y cierra los ojos. Tus manos deben descansar sobre tu estómago durante la totalidad de la práctica, aunque sí que es verdad que una vez que te familiarices más con ella, puedes hacerla de pie o, incluso, andando.
Comienza a relajar tu mente lo mejor que puedas, permitiendo que los pensamientos fluyan hasta que tu mente se haya calmado, y visualiza un fuego en su estómago alrededor de tu ombligo. Imagina que eres un gran globo hueco con esta bola de fuego dentro, y continúa visualizándolo a lo largo de toda la práctica.
Inhala profundamente a través de tu nariz, arqueando tu espalda ligeramente, y expandiendo tu torso y el pecho. Imagina que el oxígeno está alimentando el fuego dentro de ti, ayudándolo a crecer más grande y más caliente. Exhala fuerte por la boca con los labios redondeados, como si estuvieras soplando a través de una pajita. Enroscarse hacia adelante, redondeando la columna vertebral, todavía sosteniendo sus manos a su estómago. Imagina que la llama y su calor se están extendiendo por todo tu cuerpo.
Continúa con este patrón de respiración durante cinco respiraciones y observa que el calor comienza a acumularse. Después de la quinta inhalación, traga suavemente y siente cómo eso sostiene la inhalación debajo del diafragma. Contrae los músculos del suelo pélvico para que al mismo tiempo empuje la respiración hacia abajo con el diafragma y hacia arriba con el suelo pélvico.
Exhala después de contener la respiración durante el mayor tiempo posible, relajando sus músculos. Repite la respiración unas cuentas veces, y verás cómo empiezas a sentirse con más calor y claridad mental.