Nunca se puede suponer nada, ni tampoco juzgar. La apariencia de algo o de alguien es tan solo eso, pura apariencia. Ni en fotos, pero ni tan siquiera ya en cuadros datados del S. XVII, pues una restauración de años de duración llevada a cabo por la Gemäldegalerie Alte Meister ...
Nunca se puede suponer nada, ni tampoco juzgar. La apariencia de algo o de alguien es tan solo eso, pura apariencia. Ni en fotos, pero ni tan siquiera ya en cuadros datados del S. XVII, pues una restauración de años de duración llevada a cabo por la Gemäldegalerie Alte Meister en Dresde ha alterado por completo la comprensión de una pintura del S.XVII por el artista holandés Johannes Vermeer.
Porque, lo que una vez se pensó que era una representación un tanto torpe de una joven leyendo cerca de una ventana es ahora una representación de tinte amoroso gracias a la revelación del cuadro de un Cupido desnudo colgando en el fondo de la obra.
Los conservadores de arte del museo ya sabían que la imagen del cupido existía después de una radiografía que realizaron en 1979, aunque entonces supusieron que Vermeer había alterado la pieza él mismo. Sin embargo, y gracias a una serie de imágenes de reflectografía infrarroja, de análisis microscópicos y exámenes de fluorescencia de rayos X en 2017 se dieron cuenta de que el Cupido estaba cubierto décadas después de la muerte del pintor.
"Cuando las capas de barniz del siglo S.XIX comenzaron a eliminarse de la pintura, los conservadores descubrieron que las ´propiedades de solubilidad´ de la pintura en la sección central de la pared eran diferentes a las de otras partes de la pintura", comentan en un comunicado, explicando además que, después de algunas investigaciones posteriores, incluyendo pruebas en un laboratorio de arqueometría, se descubrió que existían capas de agente aglutinante y una capa de suciedad entre la imagen de Cupido y el sobrepintado. Los conservadores concluyeron que habrían pasado varias décadas entre la finalización de una capa y la adición de la siguiente y, por lo tanto, concluyeron que Vermeer no podría haber pintado sobre el propio Cupido.
Esta nueva restauración, como se puede apreciar en el vídeo, es solo uno de los misterios que rodea a la denominada "Girl Reading a Letter at an Open Window" desde su creación entre 1657-5 aprox. Una pintura, originalmente atribuida a Rembrandt y más tarde a Pieter de Hooch. No fue hasta 1880 cuando la obra se acreditó correctamente.
La pieza es evocadora de otra de las obras de Vermeer, "Lady Standing at a Virginal", sin embargo, y de manera muy similar presenta una pintura dentro de una pintura al mostrar una figura solitaria de pie cerca de una ventana con Cupido en la pared detrás de ella.
Y así, y por primera vez, "Girl Reading a Letter at an Open Window" se podrá ver en su forma original por primera vez en siglos como parte de una amplia exposición dedicada al pintor que se llevará a cabo del 10 de septiembre de 2021 al 2 de enero de 2022 en el museo de Dresde.