Meditar mientras caminas es posible y es mucho más fácil de lo que piensas. Quizás hasta sea mucho más efectivo para ti, si eres de las que no termina de relajarse en una clase como tal de meditación, a la cual acudes, precisamente, a eso, a estar quieta y en ...
Meditar mientras caminas es posible y es mucho más fácil de lo que piensas. Quizás hasta sea mucho más efectivo para ti, si eres de las que no termina de relajarse en una clase como tal de meditación, a la cual acudes, precisamente, a eso, a estar quieta y en silencio durante una hora o más.
De esta forma, ¿qué mejor que aprovechar los beneficios de la meditación mientras das un paseo por la playa, o vas de camino a una tienda a comprar? Así, puedes incluir este ejercicio en tus rutinas y aprovechar un momento para tu desarrollo personal, y no sentir que tienes que desplazarte a una clase
La meditación mientras caminas es una práctica que se realiza mientras traes tu conciencia completamente al momento presente. Un momento en el que tratas de dejar ir cualquier pensamiento y juicio y pones el foco en el aquí y el ahora. El énfasis está en la palabra presente, y si lo consigues, los beneficios de este tipo de meditación son los mismos que otras formas de relajación, reducción del estrés, de equilibrio mental, emocional, autodesrollo, etc.
¿Cuándo podemos hacer meditación caminando? El único resquisito, en realidad, es andar sola y asegurarte que no vas a interactuar con nadie durante el paseo. Así, puedes meditar mientras caminas hacia una tienda, subes unas escaleras, paseas por la playa o, incluso, esperas una cola. ¿Cómo hacer meditación caminando?
El aspecto clave de la meditación mientras andas es "ver" lo que estás haciendo desde un lugar de conciencia presente. Y, con esto en mente, estos serían los pasos:
Sal a caminar, ten presente la intención de liberar y dejar ir cualquier pensamiento tan pronto como comiences a andar o a realizar la actividad elegida, mueve tu conciencia a ese momento presente y céntrate en tu entorno inmediato, como los colores que ves, las formas, las texturas, el movimiento del aire, los olores, etc. Pero no pienses en ellos, más bien estáte en ellos. Simplemente, experimenta y siente las cosas mientras enfocas tu respiración, porque tu objetivo es estar en tu entorno y en ti misma sin centrarte en una idea o pensamiento, y sobre todo, sin juzgarte ni poner etiquetas.
Siente tu respiración cada vez que das un paso, nota la presión de tus pies al caminar, la textura del suelo, el movimiento del aire, etc. Y, recuerda, haz esto desde una conciencia presente de "visualización". Cuanto más practiques, más fácil será para ti, y con la práctica, es posible que en unos minutos andando puedas conectarte completamente con tu entorno y desestresarte por completo.
Cuando termines, permite que tus pensamientos regresen, y observa la diferencia desde una perspectiva de conciencia presente a una perspectiva de pensamiento normal. También puedes usar la meditación caminando para identificar cualquier pensamiento que pueda estar surgiendo y alertarte en las áreas que necesitan tu enfoque.
Peor no te centres en los pensamientos, reconócelos y déjalos ir. Vea de dónde han surgido y qué puede haberlos desencadenado. Y una vez que se completes la meditación, revisa esos pensamientos que han surgido más a fondo para comprenderlos mejor y liberarlos.