Rosa Girona
Los nuevos desodorantes y antitranspirantes combaten con eficacia el mal olor y el exceso de humedad que se dispara en verano. Todos van mucho más allá de su función básica de higiene y se convierten en productos de tratamiento.
Hoy día, el único sudor socialmente aceptado es el que se produce durante la práctica deportiva, puesto que es sinónimo de esfuerzo y buenos resultados. Sudar por otros motivos llega a generar sentimientos de inseguridad e intranquilidad porque se asocia a una mala higiene, y no siempre es así. Además del ...
Hoy día, el único sudor socialmente aceptado es el que se produce durante la práctica deportiva, puesto que es sinónimo de esfuerzo y buenos resultados. Sudar por otros motivos llega a generar sentimientos de inseguridad e intranquilidad porque se asocia a una mala higiene, y no siempre es así.
Además del calor, el estrés incluso algunos tejidos disparan la transpiración y la sensación de incomodidad es mayor, lo que genera más estrés y una intensificación de la traspiración. En definitiva: un circulo vicioso difícil de controlar.
Siempre a mano
Para encontrar la protección y seguridad que necesitamos especialmente en verano el primer paso es una buen higiene diaria así como el uso de desodorantes o antitranspirantes. Estos cosméticos, que se presentan en spray, crema, stick, polvos o roll-on mejoran cada año sus fórmulas y ofrecen nuevos plus de cuidado y tratamiento de la piel. Estos son unos ejemplos.
No todos sudamos igual, asi que aunque ons ofrezcan una protección que puede prolongarse hasta 72 horas, lo mejor utilizarlos una vez al dia tras la ducha y tenerlos a mano... por si los llegamos a necesitar.