No es ningún secreto que una buena noche de sueño nos afecta para todo. Cuando descansamos bien lo notamos en seguida, tenemos más energía y hasta nuestro humor es mucho más positivo. Y es que, el sueño nos afecta desde cómo nos sentimos hasta cómo nos desempeñamos en nuestro día a ...
No es ningún secreto que una buena noche de sueño nos afecta para todo. Cuando descansamos bien lo notamos en seguida, tenemos más energía y hasta nuestro humor es mucho más positivo.
Y es que, el sueño nos afecta desde cómo nos sentimos hasta cómo nos desempeñamos en nuestro día a día. El sueño es esencial para nuestra recuperación y reseteo mental, y según una nueva investigación publicada en el Journal of Occupational Medicine and Toxicology, la recuperación que proporciona puede tener algunas implicaciones en la dieta y las elecciones de estilo de vida. Desde esVivir, te contamos los resultados.
Investigadores de la Universidad de Finlandia Oriental analizaron los datos de 252 adultos con sobrepeso que también estaban cuantitativamente estresados. Al observar las mediciones de la variabilidad de la frecuencia cardíaca de los participantes durante tres noches consecutivas de sueño, el objetivo era ver cómo la recuperación del sueño (o la falta de ella) afectaba la calidad de la dieta y el consumo de alcohol.
La medición de la recuperación se redujo al sistema nervioso y, es decir, cuánto tiempo estuvo el cuerpo en un estado parasimpático versus simpático durante la noche. Como explican los autores del estudio, el sistema nervioso parasimpático ayuda a nuestros cuerpos a relajarse y recuperarse mientras dormimos, mientras que el sistema nervioso simpático se asocia con el estrés y el conocido estado de "lucha o huida".
Según los hallazgos, más sueño pasado en un estado parasimpático se asoció con una dieta más saludable (en cuanto a alimentos y hábitos), así como a un menor consumo de alcohol. Los participantes que tuvieron un mejor equilibrio de estrés mientras dormían también informaron una mayor ingesta de fibra y un mayor autocontrol dietético en comparación con aquellos con peor equilibrio de estrés mientras dormían.
"Una mayor actividad parasimpática durante el sueño la hemos, definitivamente, asociadol con menos comer por razones físicas frente a las emocionales", explican los autores del estudio, y además, agregan: "Esto fortalece aún más la noción de que las elecciones dietéticas están asociadas con el equilibrio entre el estrés y las reacciones de recuperación".demás,
Como señalan los autores del estudio aún no entienden completamente los mecanismos detrás de la asociación entre el sueño, la recuperación, la dieta y las opciones de estilo de vida. Podría ser que la dieta en realidad esté influyendo en la recuperación del sueño, a diferencia de al revés, pero al menos, parece que los hábitos saludables como una buena higiene del sueño y una dieta de calidad pueden desarrollarse entre sí, lo que indica aún más la importancia de abordar el bienestar desde todos los ángulos.
En definitiva, estos hallazgos son otra buena razón para centrarse en el sueño de calidad y en una dieta saludable.