La salud de los pies es muy importante. Es la parte del cuerpo que más se resiente al caminar, al mantenernos de pie, cuando hacemos ejercicio, etc. Por eso es muy importante dedicarles tiempo y atención. Una atención que no solo pasa por hacernos la pedicura cuando salen los primeros rayos de sol, para lucirlos sedosos y bonitos, sino a lo largo de todo el año. Lavarlos con cuidado y con los productos adecuados, que no los dañen ni agrieten, cortarnos las uñas, hidratarlos,…, una serie de atenciones que no debemos descuidar, ya que dejar de hacerlo puede acarrearnos serios problemas y provocarnos dolores graves en el futuro.

Y aunque los pies son fuertes y resistentes, también necesitan cuidados específicos y que les mimemos como se merecen. Por eso, vamos a enumerar algunos pequeños trucos caseros (y muy económicos), para lucir unos pies bonitos de manera sencilla.

- Exfolia tus pies con crema hidratante. Utiliza tu crema hidratante habitual, pero para esta exfoliación puedes añadirle dos cucharadas de azúcar. Con esa mezcla, masajea tus talones y los dedos para ayudar a eliminar todas las células muertas de la piel.

- ¿Durezas? Ten a a mano aloe vera. Una de las plantas con mayores beneficios para la piel, aplicada en los pies, de forma diaria, ayuda a eliminar las poco estéticas e incómodas durezas y grietas. También puedes usarlo en su versión gel natural embotellado. Incorpora esta rutina en tu aseo diario de pies y verás los excelentes resultados.

- Crema de plátano para una buena hidratación. Los plátanos no solo son buenos para nuestro organismo (gracias al aporte de potasio, entre otros nutrientes), sino que son un excelente aliado para el cuidado de nuestros pies. Pon dos plátanos en la licuadora hasta formar una pasta homogénea. Después, aplícala en tus pies después del baño y déjala actuar durante diez minutos. Puedes retirar la pasta forma con agua tibia.

- Mezcla en un recipiente vaselina y zumo de limón, ¡y verás los resultados! Es, sin duda, uno de los mejores remedios caseros para los pies resecos y con grietas. Aplica esta preparación tantas veces como desees para lograr unos pies perfectos.

- El aceite de oliva es otro de los grandes aliados para el cuidado de nuestros pies. La mejor manera de utilizarlo es por la noche, antes de dormir. Mediante un ligero masaje, aplica el aceite por todo el pie y cúbrelos con unos calcetines. Por la mañana tendrás una piel mucho más hidratada y sin células muertas.