La chirimoya presenta un peculiar aspecto de color verde claro con pequeñas hendiduras en su piel como si fuesen escamas. Tiene forma ovalada y su interior está formado por una pulpa carnosa blanca con semillas negras. Para comerla se parte en dos mitades, se retiran las semillas y se extrae ...
La chirimoya presenta un peculiar aspecto de color verde claro con pequeñas hendiduras en su piel como si fuesen escamas. Tiene forma ovalada y su interior está formado por una pulpa carnosa blanca con semillas negras. Para comerla se parte en dos mitades, se retiran las semillas y se extrae la carne con una cuchara. Presenta un sabor dulce. Esta fruta nace del chirimoyo, un árbol de unos ocho metros de altura, propio de América Central y Venezuela, se caracteriza por poseer un "tronco ramoso, copa poblada, hojas elípticas y puntiagudas, y flores fragantes, solitarias, de pétalos verdosos y casi triangulares", tal y como especifican en la RAE.
Esta fruta se encuentra ahora mismo en temporada, y es aconsejable su consumo por los beneficiosos valores nutricionales. En 100 g de este alimento veremos que se compone principalmente de agua (76,9 g), aunque también destaca su alto contenido en potasio que llega a situarse en los 382 mg. Tampoco quedan atrás otros componentes como el calcio (30 mg), la fibra (1,9 g), la vitamina C (18 mg), según se puede comprobar en la tabla nutricional elaborada por la Fundación Española de la Nutrición (FEN). Sin embargo, cuenta con 20 g de hidratos de carbono por lo que su presencia de azúcar es bastante destacable, que como indica el organismo, se trata "fundamentalmente azúcares simples como la fructosa y glucosa (en torno al 11%) y sacarosa (alrededor de un 9%), por lo que tiene un mayor valor calórico".
Incorporar un comestible de este tipo a la dieta puede favorecer "el funcionamiento normal de los músculos y del sistema nervioso" gracias a su contenido en potasio, mientras que la vitamina C facilita la "la protección de las células frente al daño oxidativo". Además, es idónea para regular el tránsito intestinal, sirve para calmar el hambre, se encarga de regular los niveles de colesterol. Aunque se desaconseja su consumo después de la comida, ya que su presencia de azúcares puede "producir gases", según informan desde sabervivirtv.com.
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