Entre los componentes de la arcilla verde destaca la presencia de minerales como silicio, sodio, potasio, magnesio y zinc que le aportan sus destacables propiedades. Puedes encontrarla en locales especializados y elaborar con ella emplastos o mascarillas en función de tus necesidades personales. Se conserva en un lugar fresco y seco, ...
Entre los componentes de la arcilla verde destaca la presencia de minerales como silicio, sodio, potasio, magnesio y zinc que le aportan sus destacables propiedades. Puedes encontrarla en locales especializados y elaborar con ella emplastos o mascarillas en función de tus necesidades personales.
Se conserva en un lugar fresco y seco, bien cerrada y en un bote de cristal. Se debe evitar el uso de elementos esmaltados, de plástico o de metal y optar por la madera y el cristal. Tampoco se debe emplear agua del grifo clorada, usando para la mezcla agua mineral o purificada. Se pueden añadir aceites esenciales, por ejemplo, para reforzar su acción terapéutica.
De manera general, la arcilla verde favorece la cicatrización, es analgésica y reduce la inflamación de la zona lesionada. No debe ser reutilizada porque absorbe sustancias indeseables del cuerpo y volver a emplearla podría reintroducirlas en el organismo. También es fundamental mantener la arcilla húmeda durante todo el tiempo que dure el tratamiento.
Se recomienda su uso en:
1-Lesiones musculares y torceduras.
Resulta eficaz para recuperar lesiones musculares como los esguinces, porque relaja el músculo y regenera el área afectada, y para reducir las molestias causadas por los músculos tensos y doloridos.
Se recomienda cubrir la zona con una compresa de arcilla y aplicarla con frecuencia.
2-Picaduras de Insectos.
Se considera que la arcilla verde tiene la capacidad de extraer el veneno inoculado y calmar la piel irritada e inflamada por el ataque del insecto.
El tratamiento empieza por retirar el aguijón (si existe) y aplicar un emplasto grueso elaborado con agua fría sobre la zona, afectada. Se debe renovar con frecuencia.
3-Aftersun natural.
Para aliviar la irritación y el enrojecimiento de la piel tras la exposición solar se recomienda añadir una taza de arcilla verde a una bañera de agua fría.
4-Pequeñas heridas y cortes.
La arcilla verde se considera adecuada para limpiar y desinfectar pequeñas heridas y rozaduras. Se recomienda mezclarla con agua mineral y dejarla sobre la lesión evitando que se seque.
5-Pequeñas quemaduras.
La arcilla verde actúa como antiinflamatorio, desinfectante, acelerante del proceso de curación, cicatrizante y calmante del dolor provocado por quemaduras de pequeño tamaño.
Se recomienda aplicar una capa gruesa sobre la zona tan rápido como sea posible y dejarla actuar durante unos 20 minutos. Así se evitaría, incluso, la aparición de una ampolla. No debes permitir que se seque para evitar que la arcilla se pegue al tejido dañado. Se debe renovar su aplicación tantas veces como sea necesario.
6-Dolores de cabeza.
Aplicar una compresa de arcilla verde de manera alterna durante veinte minutos a la frente y a la nuca sin permitir que se seque parece reducir el dolor de cabeza.
6-Fatiga visual.
Emplear gasas impregnadas con arcilla verde sobre los ojos cerrados durante media hora para refrescar y aliviar la fatiga visual.
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