Los psicólogos lo aconsejan. Llorar es bueno física y psicológicamente, nos ayuda a sentirnos mejor y el desahogo que se produce cuando las lágrimas resbalan por nuestras mejillas es la mejor terapia para hacernos sentir bien. Aparte de que tiene numerosos beneficios; entre otros, ayudarnos a liberar el estrés, nos ...
Los psicólogos lo aconsejan. Llorar es bueno física y psicológicamente, nos ayuda a sentirnos mejor y el desahogo que se produce cuando las lágrimas resbalan por nuestras mejillas es la mejor terapia para hacernos sentir bien. Aparte de que tiene numerosos beneficios; entre otros, ayudarnos a liberar el estrés, nos permite mejorar nuestro sistema inmunológico (al liberar la tensión) y nos evita algunos problemas de salud. Y aunque la mayoría de las veces lo asociamos a dolor, pena y tristeza, esta terapia japonesa nos enseña lo bueno que resulta llorar.
El japonés Hiroki Terai se inventó el término Rui-Katsu (que significa "búsqueda de lágrimas"), para tratar de ayudar a las personas a liberar sus emociones a través de sollozos y llantos. En un país en el que está mal visto el desahogo emocional y mostrar tus sentimientos en público, las terapias del llanto suponen un recurso sanador para numerosas personas. Aparte de que llorar puede fortalecer nuestras relaciones con los demás. ¿Por qué? Porque al llorar frente a los demás estamos mostrando una parte de nosotros diferente y porque, al tratarse de emociones y sentimientos, nos expresamos mucho mejor que con las palabras, lo cual puede crear un vínculo emocional más profundo con esas personas que nos rodean.
El objetivo principal de esta terapia del llanto es normalizar la gestión emocional y la necesidad de hablar del dolor ante personas que incluso no conozcan o no sean profesionales, como los psicólogos o psicoterapeutas. Porque para determinadas personas, llorar o desahogarse delante de desconocidos resulta mucho más fácil que hacerlo ante familiares o amigos. Sobre todo, porque asumen que no pueden mostrar sus debilidades o miedos ante personas del ámbito más cercano.
Para ello, se establecen terapias mensuales en las que la persona que acude se desahoga y cuenta sus problemas ante un grupo de desconocidos, sabiendo que nadie va a juzgarla, ni recriminarla y en la que todo lo que se hable y se cuente será totalmente confidencial. En estos talleres del llanto, se emiten anuncios, vídeos emotivos o música emotiva que provoca que los participantes terminen llorando.
Una terapia sanadora, que cada vez cuenta con más adeptos, que sirve de tratamiento contra el estrés, debido a que con las lágrimas expulsamos determinadas sustancias tóxicas del cuerpo (al igual que con el sudor o la orina), lo que provoca que nos sintamos mucho mejor. Aparte de que se consigue despejar la mente, liberar todas las tensiones acumuladas y evitar el factor depresivo que está presente en el llanto individual, cuando la persona llora sola en casa o en su habitación.
Porque como señala Hiroki Terai, que ha escrito varios libros sobre el efecto beneficioso del llanto, derramar lágrimas mejora nuestro humor y puede ser más efectivo que un antidepresivo para mejorar nuestro estado de ánimo. ¿Te animas a apuntar a una terapia del llanto?