La eyaculación femenina tiene lugar cuando la uretra expulsa fluido durante una relación sexual. No necesariamente tiene que llegar con el orgasmo, sino que puede suceder en algún momento de la excitación sexual. No existe demasiada información a este respecto. Lo cierto es que aún no se entiende muy bien cómo ...
La eyaculación femenina tiene lugar cuando la uretra expulsa fluido durante una relación sexual. No necesariamente tiene que llegar con el orgasmo, sino que puede suceder en algún momento de la excitación sexual.
No existe demasiada información a este respecto. Lo cierto es que aún no se entiende muy bien cómo funciona la eyaculación y no hay muchas investigaciones que se hayan dedicado a saber cuál es su propósito. Por el momento, lo único que sabemos es que es algo normal, aunque existen opiniones enfrentadas en relación al número de mujeres que pueden experimentarlo.
Como ya hemos comentado, la eyaculación femenina hace alusión a la expulsión de fluido que sale de la uretra durante un encuentro sexual. Puede aparecer durante el orgasmo o bien durante la excitación. La uretra es un conducto encargado de conducir la orina para expulsarla fuera del cuerpo.
En la eyaculación femenina existen dos variantes distintas:
Este tipo de fluido contiene una enzima de nombre fosfatasa ácida, que también encontramos en el semen de los hombres. También presenta fructosa en su composición al igual que el semen masculino, cuyo objetivo es conceder energía al esperma.
Según afirman los expertos, en el caso de la mujer, tanto la fructosa como la FAP proceden de las glándulas de Skene, situadas en una zona interior de la vagina, próximas al punto G. El estímulo es lo que hace que las glándulas produzcan estas sustancias, que tienden a moverse a la uretra.
En el pasado se creía que las mujeres que experimentaban eyaculación durante sus encuentros íntimos tenían un problema de incontinencia. Sin embargo, los científicos han terminado por descartar esta idea con el tiempo, dejando claro que la eyaculación femenina existe.
Hace siete años se publicó un estudio en el participaron diferentes mujeres como parte del ensayo. Al final del estudio se llegó a la conclusión de que el fluido se acumulaba en la vejiga para salir expulsado por la uretra durante la eyaculación.
Para llegar a esta determinación, los investigadores se aseguraron de que las vejigas de estas mujeres se encontraban vacías. Después las monitorearon con equipos de ultrasonido durante el proceso de estimulación y eyaculación. Los resultados fueron claros: todas estas mujeres tenían la vejiga vacía, pero empezaron a llenarse durante la excitación. Una vez terminado el proceso de eyaculación, las vejigas volvieron a estar vacías.
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