La obesidad infantil es uno de los principales problemas de salud pública en Europa y se asocia, junto con el sobrepeso, a numerosas complicaciones de salud en la edad adulta, como la diabetes y las cardiopatías. Sobra información, pero aún así, las cifras son poco halagüeñas. De acuerdo con los resultados del último Estudio de ALimentación, Actividad física, Desarrollo INfantil y Obesidad en España (ALADINO 2019), avalado por el Ministerio de Sanidad, se observa una tendencia descendente del exceso de peso desde 2011 y estabilización respecto a 2015, aunque la prevalencia de sobrepeso y obesidad de los escolares de 6 a 9 años en España sigue siendo elevada.

En concreto, esta investigación revela que el 40% del los niños y niñas españoles de 6 a 9 años presentan exceso de peso, entre los que un 23% sufre sobrepeso, y un 17% obesidad infantil. Se trata de datos obtenidos mediante un estudio descriptivo transversal de las medidas antropométricas realizadas por medición directa y de factores asociados recopilados mediante cuestionarios en una muestra aleatoria de 16.665 escolares de 276 Centros de Educación Primaria, representativa de la población escolar de 6 a 9 años residente en España. El trabajo de campo se ha realizado entre octubre y diciembre de 2019 en las 17 comunidades autónomas y las dos ciudades autónomas del territorio nacional.

De entre los factores asociados a la obesidad, siguen destacando los relacionados con los malos hábitos de alimentación, como el bajo consumo de frutas y hortalizas; con el uso excesivo de pantallas, y con la falta de actividad física, como el bajo consumo de frutas y hortalizas o el uso excesivo de pantallas. También continúa existiendo una brecha importante en la situación ponderal de los escolares dependiendo del nivel de ingresos económicos de la familia y el nivel educativo de los progenitores.

¿Por qué es importante la vigilancia de la obesidad infantil?

La obesidad es considerada como una de las epidemias más graves que nuestra sociedad está sufriendo en el siglo XXI. Por tanto, la evaluación de la magnitud de la obesidad es un elemento fundamental para mejorar su conocimiento y para estimular una respuesta adecuada de las autoridades sanitarias.

Persiguiendo este fin, la Región Europea de la OMS impulsó en 2007, tras la Conferencia Ministerial Europea contra la Obesidad, la Iniciativa COSI para la vigilancia de la obesidad infantil en Europa (WHO EUROPEAN CHILDHOOD OBESITY SURVEILLANCE INITIATIVE- COSI Euro OMS), con el objetivo de conseguir que todos los Estados Miembros tuvieran un sistema armonizado de vigilancia de la obesidad infantil.

Gracias a esta medida se estableció una metodología común (diseño, trabajo de campo, protocolos de toma de datos, etc.) que facilita la comparabilidad de la información en el tiempo y entre los diferentes países, y que por lo tanto, mejora la evaluación de las políticas y medidas llevadas a cabo.

Demasiada publicidad de alimentos poco saludables

Precisamente una de esas medidas ha hecho saltar la liebre hace solo unos días en España: el Ministerio de Consumo quiere modificar el código PAOS y regular definitivamente la publicidad de productos como chocolates, galletas, cereales, bollería industrial o comida rápida destinados especialmente a menores.

Como denuncia OCU, la publicidad (y no solo en televisión) "bombardea a los niños con productos de alimentación poco saludables, dulces, bollería, fast food... productos que obtienen una mala valoración nutricional. La responsabilidad de esto en el incremento de los índices de obesidad infantil es innegable".