Estos cosméticos ecológicos ofrecen una mayor tolerancia a la piel y minimizan los riesgos de alergias, ya que no tienen ni colorantes, ni aromas y por supuesto están libres de conservantes artificiales. En la fabricación de estos cosméticos se utilizan conservantes naturales para que se puedan mantener en el tiempo como la miel, aceites de naranja, extractos de semilla de uva…

Para todo tipo de piel

El uso de estos productos se ha ido incrementando en el tiempo, en primer lugar por una mayor concienciación ecológica, y en segundo lugar porque han aumentado el número de personas que presentan pieles intolerantes y con tendencia a sufrir alergias.

Y es que estos cosméticos no sólo son adecuados para todo tipo de piel sino que las que más se pueden beneficiar son, precisamente, las que se presentan intolerantes y sensibles. Así mismo, estos productos resultan inocuos porque proceden de la agricultura ecológica y no contienen elementos tóxicos.

Y no sólo nos beneficiamos nosotros de la utilización de este tipo de cosméticos, sino que va más allá, ya que cada vez son más las firmas que ponen en marcha programas que apoyan a los productores locales de las materias primas que utilizan. Esta es una nueva forma de “comercio justo” que tienen en cuenta los salarios, la integración de la mujer, así como el apoyo y formación de los agricultores locales.  Es el caso de marcas tan conocidas como L’Occitane, The Body Shop, Yves Roches o Welleda. Por lo tanto, con el consumo de este tipo de productos también nos convertimos en protectores del medio ambiente y la biodiversidad.

Consumo con garantía

Pero también hay que estar atentos al tipo de productos que vamos a consumir. Cosmético natural, orgánico o bio. No existe una definición exacta de esta gama de artículos, aunque para evitar el mal uso de estos conceptos, Ecocert (organismo privado de certificación) ha establecido que un cosmético natural debe contener más del 95% de ingrediente naturales y más del 5% procedente de la agricultura ecológica. Por otra parte, un cosmético ecológico debe contener un 95% de ingredientes naturales y un 10% de materias primas procedentes de la agricultura ecológica certificada.

Centros especializados

Este auge también tiene su reflejo en los centros de estética, que cada vez más apuestan por ofrecer a sus clientes tratamientos con productos bio. Una de las pioneras de la cosmética verde es Alqvimia que ha abierto su propio spa en Barcelona o Blend Store&Studio.

En Madrid, problemas tan complejos como la celulitis también pueden mejorarse con terapias naturales como la envoltura reductora de café que se aplica en Boris&Saki. Aveda, por ejemplo apuesta por métodos que tienen en cuenta las condiciones físicas y mentales de cada persona.

De moda también se han puesto la manicura y la pedicura orgánica, siendo también muchos los centros de belleza que podemos encontrar en nuestras ciudades y que apuestan por recetas naturales para poner a punto nuestras manos y pies.