La acelga botánicamente se denomina Beta vulgaris. Es una de las verduras más antiguas que se conocen. Su origen se documenta en el continente asiático y se ha cultivado siempre en los países islámicos, donde se les atribuyen propiedades higiénicas y curativas y le han dado nombre. En la actualidad ...
La acelga botánicamente se denomina Beta vulgaris. Es una de las verduras más antiguas que se conocen. Su origen se documenta en el continente asiático y se ha cultivado siempre en los países islámicos, donde se les atribuyen propiedades higiénicas y curativas y le han dado nombre. En la actualidad se cultiva en diferentes partes del mundo con gran éxito en la producción.
Es un alimento útil para lograr una dieta equilibrada pues presenta mucha fibra, alta proporción de vitaminas y minerales y pocas calorías y grasas. Se conocen múltiples variedades de acelgas, siendo las principales, la acelga silvestre, la acelga forrajera y la acelga común o blanca.
Entre las propiedades de las acelgas destacaría que se considera un alimento muy nutritivo. Una ración de 200 g. aportan pocas calorías, mucha fibra, potasio, calcio, hierro, magnesio, vitaminas C, E y A y proteínas. Estos valores nutricionales son superiores a los de las muy adoradas espinacas, por ejemplo.
Además de ser un alimento saludable, la acelga actúa como planta medicinal que puede emplearse como remedio casero para el alivio de ciertas dolencias básicas. Entre los beneficios de las acelgas destacaría que:
1- Como presenta altas cantidades de fibra y un gran poder emoliente y suavizante del tracto intestinal resultan adecuadas para quienes padecen dificultades en el funcionamiento del tránsito intestinal, pues evitan el estreñimiento. También se consideran adecuadas para mejorar la gastritis y las hemorroides. La simple decocción de acelgas en agua se considera útil para mejorar estas situaciones.
2-La presencia de pigmentos antioxidantes, betacaroteno y vitamina C ayuda a prevenir el envejecimiento celular. Son compuestos fundamentales para reducir la oxidación y, con ello, el envejecimiento del organismo.
3-Su elevado contenido en hierro, junto a la presencia de cobre en su composición, ayuda a reducir la anemia ferropénica. La absorción de hierro se incrementa gracias a la vitamina C que posee la propia acelga o si la combinas con limón o pimiento rojo, por ejemplo, pues ambos son ricos en esta vitamina.
4-Su contenido en minerales, especialmente calcio, la convierten en un alimento muy saludable para el cuidado de los huesos. De especial interés para quienes no consumen productos lácteos, considerados la fuente principal de este mineral.
5- Es un alimento imprescindible en los regímenes bajos en calorías empleados para perder peso. Consumirlas hervidas y aliñadas con aceite y limón, por ejemplo, conforman un plato ligero, una cena satisfactoria para quien desee adelgazar, pues resulta saciante y aporta pocas calorías (aproximadamente 20 kcal/100 g). Si añades un huevo cocido, resultará equilibrado y perfecto nutricionalmente.
Como desventaja, destacaría la presencia de ácido oxálico, por lo que se recomienda un consumo moderado si existe la propensión de formar cálculos renales.