Cuando vayas a comprarlas, debes elegir las que presentan un aspecto firme y crujiente. Las hojas deben ser tersas, verdes y brillantes, sin manchas marrones en su superficie. Escoge las que tengan un cogollo bien formado. Las pencas tienen que ser duras y de color blanco, sin manchas oscuras o ...
Cuando vayas a comprarlas, debes elegir las que presentan un aspecto firme y crujiente. Las hojas deben ser tersas, verdes y brillantes, sin manchas marrones en su superficie. Escoge las que tengan un cogollo bien formado. Las pencas tienen que ser duras y de color blanco, sin manchas oscuras o roturas.
Puedes conservarlas un máximo de cinco días en la nevera, sin lavar y en una bolsa de plástico perforada. Si deseas congelarlas, debes escaldar las hojas previamente para evitar que se estropeen durante la congelación.
Antes de cocinarla debes lavarla correctamente en agua fría para eliminar la tierra adherida. Para evitar que se ennegrezcan durante la cocción, se recomienda mantenerlas previamente en agua un poco salada uno o dos minutos o rociarlas con jugo de limón o vinagre.
En la cocina combinan con todo. Puedes preparar un caldo de verduras si las cueces con cebolla, patata o zanahoria, por ejemplo.
La manera más sencilla y habitual de cocinar acelgas es cocerlas en abundante agua con sal durante unos quince minutos. Como su volumen disminuye mucho al cocinarlas, sería necesario incluir 300 o 400 g. de acelgas crudas por comensal. Las pencas de las acelgas son algo duras por lo que debes cocerlas por separado y ponerlas unos minutos antes con un poquito de agua, añadiendo posteriormente las hojas verdes. Tras la cocción, se escurren y preparan según la receta que desees elaborar.
Otra opción, para conseguir que se mantengan todos sus nutrientes, sería cocerlas con el agua que les haya quedado adherida tras el lavado, sin taparlas y removiendo constantemente con una cuchara de madera. Así conservarán mejor su color e intensificarán su sabor.
Una vez cocidas, te proponemos:
1-añade un chorrito de limón, vinagre de manzana, orégano, aceite de oliva virgen, tomillo, hierbabuena, nuez moscada recién molida y/o ajo como condimentos saludables.
2-cuece patatas y mézclalas con las acelgas.
3-trocea las acelgas muy finas y combínalas con arroz integral hervido y atún.
4-saltea las acelgas con aceite de oliva, piñones y pasas.
5-elabora una ensalada con nueces, tomate y tofu.
6-prepara tortilla, crema o un relleno en el que puedes incluir espinacas cocidas para lograr un equilibrio entre los sabores de ambas verduras.
Las pencas de las acelgas son muy apreciadas en la cocina y se pueden comer con salsa o crudas en ensaladas, por ejemplo. Si deseas cocinarlas, resultan muy sabrosas rebozadas, solas o rellenas con lo que desees.
Para rebozarlas, lo primero es quitar las fibras de las nervaduras, cortar los tallos en trozos de unos 3-4 cm. de largo y cocerlas en una cacerola con agua abundante y sal durante 35-40 minutos. Tras la cocción se escurren, se rebozan en harina y huevo batido y se fríen en aceite caliente. Una vez fritas, deben escurrirse en papel absorbente y ya estarán listas para su consumo.