El yoga facial es una técnica muy empleada en Japón. Consiste en ejercitar los músculos del rostro del mismo modo que el yoga lo hace con el cuerpo, aunque también se emplea en el mundo de la estética para obtener un efecto lifting, es decir, para que la piel del rostro luzca más tersa.

Los beneficios del yoga facial

A continuación vamos a resumir los principales beneficios del yoga facial según los especialistas:

• Reduce la hinchazón. Cuando movemos los músculos del rostro, tanto la circulación como el drenaje linfático mejoran.
• Acaba con la flacidez. Tras reducir la hinchazón, eliminamos flacidez, dando lugar a un efecto lifting natural.
• Reafirma la piel. El yoga facial estimula la circulación sanguínea, así como la producción de elastina y colágeno, haciendo que la piel esté más tersa.
• Elimina bolsas y ojeras. El efecto lifting que produce más el desarrollo muscular, dan lugar a la reducción de bolsas y ojeras.
• Eleva párpados. Los músculos alrededor de los ojos se fortalecen y la piel que se encuentra debajo de las cejas se estira, abriendo con ello la mirada.
• Eleva las comisuras de los labios. Las comisuras se elevan al fortalecer los músculos de la boca.
• Piel más suave, fruto de la mayor hidratación y la activación de la renovación celular.
• Reduce arrugas. Al estimular la producción de elastina y colágeno, se crea un efecto lifting que reduce las arrugas y previene la aparición de otras nuevas.

Cómo eliminar bolsas y ojeras: paso a paso

Durante las horas de sueño, en la zona inferior de los ojos puede crearse una retención de líquidos que da lugar a las temidas bolsas y ojeras. Si te levantas habitualmente con el rostro hinchado, las ojeras marcadas y bolsas bajo los ojos, este ejercicio mejorará el riego sanguíneo del rostro, suavizando de forma natural tus ojeras y bolsas.

Hazlo cada día y verás resultados en poco tiempo. Sólo necesitarás emplear 5 minutos de tu tiempo cada mañana.

• Relaja tu rostro y baja los párpados sin cerrar del todo tus ojos.
• Ahora mira hacia el lado izquierdo durante varios segundos y después hacia el lado derecho.
• Abre al máximo tus ojos y entreciérralos de nuevo tanto como sea posible.
• En esa posición, lleva tu mirada hacia arriba unos segundos y después hacia abajo.
• Vuelve a entrecerrar los ojos y esta vez emplea la mirada para formar un círculo. De ese modo, mira hacia el lado derecho, después hacia arriba, acto seguido hacia la izquierda y por último hacia abajo. Repítelo 3 veces seguidas.