La mayor conciencia hacia la sostenibilidad y el evitar despilfarro ha puesto a los expertos a estudiar nuevos materiales y tejidos que sean más favorables al medio ambiente. Los champiñones, o mejor dicho su micelio, parece una de las mejores opciones. El micelio es el conjunto de fibras que forman la ...
La mayor conciencia hacia la sostenibilidad y el evitar despilfarro ha puesto a los expertos a estudiar nuevos materiales y tejidos que sean más favorables al medio ambiente. Los champiñones, o mejor dicho su micelio, parece una de las mejores opciones.
El micelio es el conjunto de fibras que forman la parte vegetativas del hongo. Cultivadas en solo nueve días, las pieles de micelio son 100% veganas, con una resistencia a la tracción naturalmente alta, resistente al desgarro y con una durabilidad parecida a las pieles animales. Un producto suave, resistente al agua que, además, es más transpirable.
Una de las primeras firmas en confiar en los hongos fue Stella McCartney. Su ferviente apuesta por la sostenibilidad la llevó a crear una colección cápsula fabricada con Mylo, un cuero vegano generado en laboratorio a partir de micelio por la compañía estadounidense Bolt Threads. Fueron solo dos piezas, un corsé y un pantalón, que abrieron la veda a este nuevo material. Hasta ese momento no era posible fabricar nada con Mylo, ya que las piezas no eran lo suficientemente grandes como para cortarlas siguiendo los patrones de una prenda de vestir.
Ella fue la primera, pero no la única. Otros se han sumado a esta nueva moda y pronto lo harán otros. Adidas presentó una versión de su modelo Stan Smith con su parte superior elaborada con champiñones y Hermès ya tiene alguno de sus productos de marroquinería fabricado con cuero vegano.
El grupo PVH, propietario de marcas como Calvin Klein o Tommy Hilfinger, y la empresa danesa Bestseller también han iniciado una colaboración con la empresa Ecovative, especialista en el desarrollo de materiales innovadores a base de champiñones. Así que, todo indica que lo que, en un principio parecía algo anecdótico, empieza a abrirse paso en el mercado de la moda.
El creciente interés de los consumidores por productos más eco responsables y de bajo impacto ambiental, está obligando a las firmas de moda, uno de los sectores más contaminantes, a tomar medidas y buscar alternativas.
Los hongos han sido los primeros, pero también están surgiendo otras alternativas en este campo. La manzana, la uva u otras fuentes vegetales son competencia de los champiñones. El `qmilch´ es un tejido hecho a partir de la leche no apta para el consumo humano. El `seacell´ es otro tejido surgido de la pulpa de madera y de algas marinas. Con pétalos de rosa es posible crear una seda suave y satinada. teñida con pigmentos naturales. El `piñatex´ se crea a partir de las hojas de piña y el `orange fiber´ de los deshechos de naranja. Firmas como H&M, Hugo Boss o Paul Smith ya están usando alguno de ellos.
Aunque parezca que te hablemos de menús gastronómicos, pronto todos estos ingredientes es factible que formen parte de tu look. Bienvenidos sean, si eso ayuda a cuidar nuestro planeta.
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