El contouring es una técnica de aplicación de maquillaje que esculpe el rostro jugando con diferentes todos de productos. Esta técnica es muy laboriosa de hacer y requiere de trucos para conseguir el efecto deseado. Se trata de jugar con luces y sombras para conseguir un buen contorneado del rostro ...
El contouring es una técnica de aplicación de maquillaje que esculpe el rostro jugando con diferentes todos de productos. Esta técnica es muy laboriosa de hacer y requiere de trucos para conseguir el efecto deseado. Se trata de jugar con luces y sombras para conseguir un buen contorneado del rostro y conseguir una cara más fina y unos pómulos prominentes.
Para aplicarte los productos de forma correcta, es importante contar con la ayuda de una luz frontal que te ayude a no crear sombras indeseadas. Se trata de intentar trabajar sobre un lienzo en blanco.
Utiliza una brocha para cada producto que vayas a aplicar. Para el iluminador usar una brocha abanico que sea bastante tupida. Para un acabado más natural utiliza una brocha con menos cantidad de pelo. Para el colorete usa una brocha de corte angular.
Cada tipo de rostro requiere una aplicación diferente. Por ejemplo, un rostro cuadrado requiere aplicar el polvo más oscuro en el hueso de la mandíbula y crear sombras que afinen el rostro. En un rostro alargado debes aplicar el tono oscuro en el nacimiento del pelo y la barbilla y marcar los pómulos aplicando el mismo tono desde la mitad de la mejilla hasta las orejas. El iluminador se aplica sobre los pómulos, el tabique nasal y el arco de las cejas. Finalmente, en un rostro redondo, debemos aplicar el tono oscuro en las sienes y desde la mitad de las mejillas hasta las orejas.
El colorete juega un papel muy importante para acabar de definir el rostro. Para aplicarlo correctamente basta con sonreír ligeramente y aplicarlo sobre la parte más saliente del pómulo.
Para conseguir un resultado natural debemos ser lo más discretas posible con la aplicación de los productos y difuminar bien para no dejar marcas entre los tonos.
Es importante aplicar los diferentes todos por zonas. El tono más oscuro debe utilizarse en las partes más hundidas del rostro y el luminoso en las zonas que sobresalen.
Paso 1: Con la piel preparada con una base uniforme, escoge el producto que vas a utilizar para realizar el contouring que puede ser en polvo, fluido o crema. Debe ser un producto mate.
Paso 2: Con una brocha grande aplica el tono oscuro debajo de pómulos hacia las orejas, en el contorno de la mandíbula, en la parte alta de la frente y en la sien. Con una broncha ficha remarca los laterales de la nariz y la punta.
Paso 3: Aplica el iluminador en tabique de la nariz, la frente, encima de las cejas, el párpado fijo, los pómulos, encima del labio superior, en la barbilla y en las zonas sin producto entre el pómulo y la mandíbula.
Paso 4: Aplica el colorete con un tono rosado sin excederte.
Paso 5: El paso más importante es difuminar todos los productos de forma natural. Hazlo con la ayuda de una brocha limpia y mediante movimientos circulares para que no te queden líneas.
Paso 6: Finalmente, aplica unos polvos translúcidos sobre todo el rostro para fijar el resultado.