El consumo de coles no deja de crecer. Cada vez son más los hogares que han incorporado esta verdura a su dieta semanal, seguramente, por las valoraciones positivas de investigadores de todo el mundo respecto a esta verdura que afirman que poseen grandes propiedades anticancerígenas y antioxidantes. La familia ...
El consumo de coles no deja de crecer. Cada vez son más los hogares que han incorporado esta verdura a su dieta semanal, seguramente, por las valoraciones positivas de investigadores de todo el mundo respecto a esta verdura que afirman que poseen grandes propiedades anticancerígenas y antioxidantes.
La familia de las coles es muy amplia y todas ellas son ricas en vitaminas y minerales que son muy beneficiosos para nuestro organismo. Desde hace siglos esta verdura está muy presente en nuestra cocina en diferentes versiones pero todas ellas aportar grandes beneficios a nuestra salud.
Cuidan nuestro sistema digestivo: Tomar zumo de col en ayunas ayuda a curar la colitis, las úlceras y la gastritis. Además, alivia los gases y la hinchazón abdominal.
Su gran aporte en magnesio, betacarotenos y hierro convierten a la col en el mejor aliado para belleza de nuestra piel.
Combate la anemia: Las coles, sobre todos las de color verde intenso, contienen una gran cantidad de clorofila y vitamina C, ideal para asimilar el hierro y combatir la anemia.
Es rica en potasio, calcio y fósforo con lo que es un alimento fantástico para fortalecer nuestros huesos y ayudar a nuestro sistema nervioso.
Aportan muchos nutrientes y muy pocas calorías, con lo que son ideales para dietas de adelgazamiento.
Las coles son muy ricas en agua con lo que su efecto depurador y diurético es espectacular.
Disminuyen el nivel de colesterol, gracias a la gran cantidad de pectato de calcio que contienen algunas de sus variedades.
Las variedades de coles son producto de los diferentes cruces realizados por los agricultores. De hecho, las variaciones dependen si el cambio se ha producido en la raíz, en el tallo, en las hojas, en la flor, en los frutos o en las yemas. Los tipos de coles más habituales en la cocina actual son:
Brócoli: Es una de las coles más conocidas hoy en día. Contienen glucosinolatos, unos compuestos bioactivos que protegen al organismo del estrés oxidativo y del cáncer. Existen diferentes tipos de brócolis que son de diferentes colores.
Repollo: En este tipo de col, las hojas forman cogollos muy densos. Los hay de diferentes formas y colores, como los repollos de hoja rizada, la col de Milán, la col blanca, la col picuda… Son ideales como base de ensaladas y para hacer conservas y fermentaciones. Tiene una gran cantidad de vitamina C y antioxidantes que lo convierten en una especialidad especialmente saludable.
Coles de Bruselas: Estas coles son las yemas que se forman a lo largo del tronco de la planta y tienen forma de repollos pequeños. Es la col más calórica.
Coliflor: En este caso se trata de un ramillete de flores alrededor de un tronco central que crece en el interior de las hojas. Generalmente, la coliflor es de color blanco porque las hojas impiden que el sol llegue a las flores, aunque también hay de color morado, naranja o verde.
Romanesco: Es una de las variedades de col más exóticas. Se trata de una mezcla entre coliflor y el brócoli. Es de color verde y lo más original son las forma cónicas de los cogollos.
Berzas: En este caso, las hojas de las berzas no forman cabezas cerradas.
Pak Choi: Es una col china que recuerda un poco a las acelgas. Es ideal para cocinar en wok, al vapor o salteada.