Qué es el cansancio mental El cansancio mental es el agotamiento que siente nuestro cerebro después de una época más o menos larga de sobre carga de preocupaciones. Sufrir agotamiento mental es algo cada vez más común en la sociedad actual, ya que el ritmo de vida que llevamos provoca que ...
El cansancio mental es el agotamiento que siente nuestro cerebro después de una época más o menos larga de sobre carga de preocupaciones. Sufrir agotamiento mental es algo cada vez más común en la sociedad actual, ya que el ritmo de vida que llevamos provoca que nuestro cerebro trabaje más de lo deseado. Generalmente, se produce cuando tenemos un exceso de preocupaciones laborales y personales que son difíciles de gestionar.
En definitiva, se trata de una sobrecarga del flujo de pensamiento que puede llegar provocar situaciones de estrés y ansiedad. Por ello, es importante reconocer la fatiga mental a tiempo e intentar controlarla.
Una vez que tenemos claro que sufrimos fatiga mental, debemos intentar que no nos sobrepase llevando a la práctica diaria algunos consejos.
Es fundamental para evitar la fatiga mental que intentemos vivir el presente y el ahora. No sirve de nada pensar en cosas que nos han sucedido en el pasado, algo que nos provoca tristeza y depresión, o no parar de darle vueltas a lo que puede pasar en un futuro llegando a sentirnos ansiosos y estresados. Lo que existe es el ahora, ¿para qué preocuparse más?
Si notas que estás sobrecargado en el terreno personal y laboral, hazte de una agenda para programar tareas y planificar tu día a día. Eso te generará una increíble sensación de calma porque sentirás que está todo controlado, Piensa en lo que tienes que hacer en el momento en el que tienes agendado que debes hacerlo. Además, al apuntar cosas en la agenda estás poniendo fecha de resolución.
Dedícate unos minutos al día única y exclusivamente a ti. A poner en calma tu mente. Las meditaciones antiestrés de 3 o 4 minutos son muy efectivas para resetear tu cerebro y ponerlo en calma. Así cada día y cada noche será un nuevo comienzo.
Prepara todas las tareas pendientes con antelación. El domingo por la noche organiza tu semana y en una lista ves apuntando y organizando los 7 días siguientes. No olvides anotar cosas personales y profesionales. Una vez hecho, cada día por la noche da un repaso de lo que tienes que hacer al día siguiente.
A la hora de plantearte objetivos sé realista. No cargues tu día de más tareas de las que puedes hacer porque, al no cumplirlas, te inunda una increíble sensación de angustia. Intentar abarcar más de lo que puede solo te lleva a ser menos operativa y a frustrarte a diario. Es preferible que las tareas más grandes las dividas en microtareas, acabarás consiguiendo hacerla igual pero sin la sensación de no llegar nunca.
En el terreno laboral es importante que aprendas a delegar. Si no llegas, pide ayuda.
Intenta desconectar de tu vida laboral fuera del trabajo. Es crucial no mezclar ambos mundos. Si trabajas, trabaja, y si estás en tus momentos de ocio es básico que los disfrute al 100%.
Aprende a decir NO. En ocasiones nos cargamos de responsabilidades que no nos corresponden, tanto en el terreno personal como en el laboral. Aprender a decir NO a tiempo te evitará estrés, ansiedad y fatiga mental.