Según las estadísticas, el 40% de los españoles sufre insomnio de verano por el aumento de las temperaturas, aunque también influyen los cambios de horario o incluso la siesta. Son muchas las noches que pasamos en vela, dando vueltas por la cama – por cierto al dar más vueltas se pasa más calor porque se calienta la cama-; pero siguiendo unos sencillos y prácticos consejos lo podemos conseguir.

¿Y por qué dormimos peor?

Es evidente que la primera respuesta es porque hace más calor, con noches que sobrepasan los 25 grados a todos nos cuesta encontrarnos cómodos en la cama. También influyen otros factores como el que haya más horas de luz: esto hace que tu cerebro genere menos melatonina, una sustancia que inicia el proceso del sueño. Y por supuesto el cambio en los hábitos de vida: aumentan las horas de ocio, comes más y bebes más. Todo ello afecta al ciclo normal del sueño.

También dificulta la conciliación del sueño, evidentemente los viajes a países con diferencias horarias, las quemaduras solares o los cambios en los hábitos alimenticios: comemos diferentes a horas que no son los habituales y también bebemos más.

¿Cómo conseguimos conciliar el sueño?

Lo mejor es seguir siendo regulares a la hora de acostarse y levantarse, según los expertos. Así que como en vacaciones y verano resulta complicado, podemos echar mano de varios remedios para pasar mejor la noche:

1.- El aire acondicionado puede ayudar, pero es recomendable regular el termostato entre los 27 y 25 grados centígrados. Procura no refrigerar en exceso la habitación, ya que está detrás de muchos catarros veraniegos u otras enfermedades respiratorias.

2.- Otras opciones para refrescarse: los clásicos ventiladores, que puede bajar la sensación térmica en el dormitorio entre 3 y 5 grados, gastando mucha menos energía. Y similar función realizan losbioclimatizadores que aportan un poco de humedad al espacio.

3.- También influye la decoración de la casa: juega con el mobiliario de tu casa para reducir el calor y dormir mejor por la noche. Abre las ventanas cuando te metas en la cama y deja la puerta del dormitorio abierta. Un gesto tan sencillo como éste hace que circule el aire por tu casa y que la temperatura no sea tan alta.

También es importante bajar las persianas y cerrar las ventanas durante el día evita que el calor entre en casa, así como el uso de toldos y cortinas que no dejen pasar la luz del sol.

4.- La dieta influye: vigila tu dieta en verano, sobre todo a la hora de cenar. Lo que comas puede ayudarte a dormir mejor por la noche, por ello es recomendable no hacer cenas copiosas o muy caliente y beber agua; así mismo se recomienda cenar mínimo dos horas antes de irse a la cama. Evitar tomar alcohol, ya que las bebidas alcohólicas dilatan las venas y proporcionar más calor a la piel.

5.- Intentar, dentro de lo posible, mantener las mismas rutinas del resto del año en cuanto a horarios.

6.- También ayuda a coger el sueño mojarse las muñecas, la nuca y la cara con un poco de agua fresca. Esto disminuirá la temperatura de tu cuerpo y te aliviará. También puedes humedecer un poco tu pelo. Y para acabar se pueden evocar imágenes que transmitan calma y ayuden a relajarte.