Mantener una mirada atenta, sensible y objetiva, sin dejarse ganar por los sentimientos negativos, no es fácil. "Ante noticias así es totalmente natural sentir miedo" , explica la psicóloga Silvia Merino, experta en psicólogos. Para ayudarnos a gestionar nuestros miedos y nuestras preocupaciones, nos deja unos consejos muy útiles: 1. Hablar de ...
Mantener una mirada atenta, sensible y objetiva, sin dejarse ganar por los sentimientos negativos, no es fácil.
"Ante noticias así es totalmente natural sentir miedo" , explica la psicóloga Silvia Merino, experta en psicólogos. Para ayudarnos a gestionar nuestros miedos y nuestras preocupaciones, nos deja unos consejos muy útiles:
Las palabras ayudan a poner orden, a desahogar y además escuchar las opiniones de los demás y poder normalizar este tipo de preocupaciones puede echarnos una mano para estabilizarnos cuando estamos en alerta
Hoy en día al estar tan conectados podemos ver muchos titulares, vídeos o noticias sobre este tema que nos pueden resultar muy desagradables, catastrofistas o alarmistas. Si ya de por sí esta situación genera emociones hostiles y de tensión, estar en constante contacto con este tipo de información puede disparar todas esas sensaciones de malestar.
Cuando aparece el miedo uno de los mecanismos más comunes para tratar de reducirlo es buscar de forma compulsiva información. Esta información a corto plazo puede darnos sensación de control, sin embargo, al buscarla de una forma desesperada puede llevarnos a dar con bulos o noticias que generan justo lo contrario.
La preocupación, alerta, tensión o miedo son emociones a veces muy desagradables y tendemos a querer eliminarlas o reducirlas a toda costa. Otro de los mecanismos de defensa que puede aparecer es la anticipación, ante la falta de información puede ser mi propia cabeza la que trate de rellenar ya que "si me pongo en las peores situaciones y veo las posibles soluciones tendré más control o me podré proteger mejor". Esto no es del todo real, pensar en todas las posibles escenas (voy a perder a mis seres queridos, lo voy a perder todo, el futuro es desesperanzador…) me va a generar mucha más alerta y ansiedad que se añade a la que está de base, por lo tanto, manejarlo me va a resultar mucho más complicado.
Mira tú realidad personal. Vivimos en sociedad y estar al tanto de lo que sucede es totalmente necesario, la preocupación ante una crisis global es una situación de amenaza que inevitablemente nos pone en alerta. Estas sensaciones nos pueden ayudar a ser precavidos, pero si nos dejamos llevar por ellas y no nos paramos a ver cuál es nuestra situación personal puede que empecemos a hacer cosas que no sean acordes con nuestra realidad y nos genere mucha angustia o pánico.
La palabra y el cómo nos hablamos tiene mucho poder sobre nosotros. Si me digo a mi mismo que voy a perder a todos mis seres queridos, todo mi dinero o todo lo que tengo va a tener un impacto muy negativo en mí. Cada uno tiene que valorar lo realistas que son estos escenarios de forma particular. Hablar de forma más concreta nos ayuda a conectar más con la realidad.
Foto principal: Jakub Kriz, vía Unsplash