La práctica del Taichí está recomendada prácticamente para cualquier edad y sexo por los beneficios que aporta tanto en el plano físico como en el mental, ya que aumenta la concentración, la memoria y el bienestar psíquico; así como la fortaleza, la flexibilidad y la coordinación.

Un arte marcial tradicional

A diferencia de otros deportes, el Taichí sólo requiere para su ejercitación de una mínima movilidad y habilidad cotidiana, además, tiene la ventaja de ser una disciplina en la cual la edad no es impedimento para su práctica en contraste con otros deportes que deben ser abandonados por este motivo, debido al inevitable desgaste físico que ellos implican o porque no se esté en las condiciones físicas adecuadas.

El T’ai-Chi-Ch’uan o Taichí, como es conocido por todos, es un arte marcial interno tradicional chino, que pronto se fue extendiendo por Occidente. El entusiasmo por aprenderlo y practicarlo se debe al reconocimiento de su valor terapéutico. Una diferencia fundamental del Taichí con otras artes marciales es que basa la defensa en un conocimiento de uno mismo y un buen equilibrio y genera aumento de la sensación de bienestar corporal. Con esto se logra un alto estado de claridad mental y de relajación.

Meditación en movimiento

Con la práctica del Taichí se consigue una mayor capacidad de concentración, se reducen los niveles de estrés y ansiedad, debido al control de la respiración necesario para la realización de los ejercicios. Y además:

-Mejora la flexibilidad y resulta bastante eficaz a la hora de combatir la artritis o problemas y dolores musculares.

-Estimula el sistema cardiovascular aunque, al tratarse de movimientos suaves y de ejercicios en su mayoría  anaeróbicos, también controla la presión arterial.

-Se favorecen la digestión y el metabolismo, ya que sus movimientos producen un masaje interno.

-Retrasa la pérdida de masa ósea cuando llega la menopausia.

-Fortalece el sistema inmunológico y el sistema nervioso.

Alarga la vida

Esta disciplina milenaria se basa en la estimulación de circulación de la energía interior a través de los meridianos del cuerpo mejorando la salud, aumentando la vitalidad y favoreciendo la longevidad. Además cuánto más se practica, más destreza se adquiere y mejor es el estado de salud. En la práctica del Taichí existen cuatro metas a alcanzar:

1.- Mantener una vida saludable

2.- Autocuración de ciertas enfermedades

3.- Controlar y manejar una alta técnica de autodefensa

4.- Aliviar y ayudar a curar algunas enfermedades en otras personas

¿Cuándo practicar taichí?

A la hora de practicarlo conviene tener en cuenta una serie de sencillas recomendaciones básicas. En cualquier caso, se trata de propuestas que nos facilitan el ejercicio, pero no es necesario cumplirlas a rajatabla o dejar de realizar los ejercicios por no poder cumplir alguna de ellas.

En primer lugar, el mejor momento para realizar estos ejercicios suele ser la primera hora de la mañana o el atardecer. Lo ideal, siempre que sea factible, es mantener el mismo horario y realizarlos en el mismo lugar; utilizando ropa y calzado holgados, que no aprieten y, a ser posible, de fibras naturales.

En casi todas las ciudades podemos encontrar centros especializados. Del mismo modo, también es frecuente que en gimnasios y centros deportivos se organicen clases guiadas de esta disciplina. La duración aproximada es de una hora y cuarto, ya que suele hacerse un calentamiento previo y, posteriormente, se dedican unos minutos para la relajación.