Su origen se ubica en la cuenca del mar Mediterráneo y Asia. En algunos escritos se encuentra que los egipcios empleaban las semillas del eneldo por su efecto calmante, medicinal y para efectuar las momificaciones características de esta cultura. Griegos y romanos lo extendieron por el mundo en sus intercambios ...
Su origen se ubica en la cuenca del mar Mediterráneo y Asia. En algunos escritos se encuentra que los egipcios empleaban las semillas del eneldo por su efecto calmante, medicinal y para efectuar las momificaciones características de esta cultura. Griegos y romanos lo extendieron por el mundo en sus intercambios comerciales. Su expansión generó su reconocimiento a varios niveles como planta aromática de empleo gastronómico y terapéutico, especialmente.
Botánicamente pertenece a la familia de las umbelíferas, como la zanahoria o el perejil, por ejemplo. Su nombre científico es Anethum graveolens, y se considera una hierba muy aromática, de sabor fresco, anisado y dulzón. Se emplean las hojas, las flores y las semillas en diferentes elaboraciones.
En la composición química del eneldo destacaría la presencia de fibra, minerales (especialmente potasio y calcio) y vitaminas (C en muy alta proporción y del grupo B). Puede consumirse en fresco y en seco ya sea en infusión o por vía tópica (combinado con otras plantas para favorecer la limpieza y regeneración de la piel afectada por una herida o quemadura, por ejemplo).
Entre las propiedades del eneldo destacaría que:
1-Se emplea en la cocina en diferentes recetas. Por su sabor característico resulta una combinación ideal con pescados, carnes, encurtidos, sopas, cremas, salsas, setas, verduras o pasta, por ejemplo. A todos ellos, el eneldo les aporta un sabor especial que mejora si lo incorporas al final del cocinado. Por sus propiedades digestivas, la OMS lo recomienda como aderezo saludable y nutritivo.
2-Resulta eficaz a nivel digestivo. Facilita la digestión, evita las molestias estomacales, reduce los gases y mejora la dispepsia, entre otros numerosos beneficios. Sus propiedades carminativas resultan decisivas a este nivel y se potencian cuando lo ingieres en forma de infusiones de eneldo fresco.
3-Se considera un buen diurético natural que facilita la eliminación de toxinas del organismo y disminuye la retención de líquidos que tanto preocupa a un elevado porcentaje de la población.
4-Se cree que reduce los dolores menstruales.
5-Se le atribuye la capacidad de reforzar y potenciar el sistema inmunológico por su alto contenido en vitamina C. Se cree que ayuda a prevenir la aparición de catarros e infecciones.
6-Calma el dolor producido por las hemorroides, tanto en infusión como en otras aplicaciones.
A pesar de estas bondades, presenta algunos efectos secundarios indeseables, especialmente si se consume en exceso, que debes tener en cuenta. No se recomienda su consumo durante el embarazo, en niños o durante la lactancia (sin consulta específica al médico). También está contraindicado en determinados problemas de salud: en personas diabéticas para evitar el riesgo de hipoglucemia, si tienes la presión arterial baja, padeces una enfermedad neurológica o sufres gastritis y otras patologías digestivas.
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