Los expertos recomiendan no excluir ningún alimento de nuestra dieta diaria, ni siquiera cuando deseamos reducir nuestro peso. La única excepción se presenta en quienes padecen algún problema de salud que recomienda eliminarlo, pero siempre bajo estricto control médico. No caigas en la tentación de seguir ciertas modas que lo único que harán es afectar seriamente a tu salud.

La reducción drástica del consumo de hidratos de carbono provoca que la cantidad de glucógeno se reduzca. El organismo necesita metabolizar la grasa para nivelar el glucógeno liberando cuerpos cetónicos que, a medida que pasan los días, se acumulan en la sangre dando lugar a la cetosis.

Esta situación provoca:

-Náuseas, vómitos, dolor abdominal, etc. por el exceso de proteínas

-Mareos y dolores de cabeza por la falta de glucógeno a nivel cerebral.

-Carencia de vitaminas y minerales, con decaimiento y cansancio.

-Estreñimiento por la reducción del consumo de fibra.

-Disminución del apetito por el exceso de proteínas y grasa que son de más difícil digestión y dan sensación de saciedad.

-Orina, sudor y aliento con mal olor por la liberación de los cuerpos cetónicos.

-Riesgo de arritmias.

-Pérdida de calcio que puede desembocar en osteoporosis.

-Reducción de la masa muscular porque el músculo utiliza los aminoácidos como combustible.

Estas dietas permiten una ingesta baja de frutas y vegetales y se prohíbe el consumo de cereales, harinas y legumbres, centrando el máximo consumo en proteínas de origen animal (pescado, carne, marisco, etc.). Otras opciones pasan por ayunar algún día de la semana para incrementar la producción de cuerpos cetónicos. Desde el punto de vista nutricional está absolutamente desequilibrada. Atención especial merece el cerebro, que utiliza la glucosa presente en los hidratos de carbono como fuente de energía. Si su aporte se reduce, usará lo que encuentre (los cuerpos cetónicos), lo que va a generar alteraciones a ese nivel y puede ser peligroso para la salud. Este órgano sufre mucho cuando se realizan dietas estrictas en las que se reduce el aporte de glucosa, por lo que no es recomendable realizarlas.

Pierde peso de manera segura. Acude a un especialista sanitario (perfecto el que se centra en dietética y nutrición) y sigue sus pautas. Es mejor perder peso lentamente que provocarte un problema de salud por seguir una dieta nociva.

Más información en dietacetogenica.org