Cuando nuestra percepción de una situación existente a la que nos enfrentamos se altera, nos puede llevar a hacernos propensas a tomar decisiones equivocadas. Entonces, ¿cómo podemos dejar de ser emocionalmente reactivas? Hoy, desde esVivir, te contamos hasta 5 formas efectivas de suavizar nuestras emociones reactivas para evitar apresurarnos y tomar ...
Cuando nuestra percepción de una situación existente a la que nos enfrentamos se altera, nos puede llevar a hacernos propensas a tomar decisiones equivocadas. Entonces, ¿cómo podemos dejar de ser emocionalmente reactivas?
Hoy, desde esVivir, te contamos hasta 5 formas efectivas de suavizar nuestras emociones reactivas para evitar apresurarnos y tomar decisiones más acertadas en cada momento.
La meditación puede ayudarnos a vivir vidas más conscientes y examinadas. Cuando meditas, estás practicando notar pensamientos y sentimientos sin quedar atrapado en ellos y contarte una historia sobre estas emociones. Cuando somos emocionalmente reactivos, a menudo se hace compulsiva o inconscientemente. La meditación nos ayuda a ser más conscientes de nosotras mismas y más conscientes de nuestras emociones antes de reaccionar a ellas. Si sientes que no tienes control sobre tus emociones, o que no puedes evitar reaccionar, la meditación es una gran solución.
Si es posible, rodéate de personas que sean constructivas en la forma en que piensan y sienten. Con quién te asocias tiene un poderoso impacto en la forma en que percibes las cosas. Cuando surge un problema, y las personas con las que te mezclas dan diferentes sugerencias que resultan en alegres, siéntete afortunada, pues, estadísticamente, serás menos propensa al estrés.
Cuando las personas equivocadas te dan consejos que producen más enemigos y te alteran más, ¡huye de ellos!
Una señal de ser emocionalmente reactiva es tomar decisiones precipitadas en el acto. Reaccionar sin pensar es lo que generalmente nos mete en más problemas y causa el mayor dolor emocional. También es lo que hace que sea más difícil dejar de ser emocionalmente reactiva.
Piensa antes de actuar. Suena simple pero no es fácil. Cuando sientas emociones intensas burbujeando, úsalo como un recordatorio para detenerte, respirar y pensar en la situación para después reaccionar o responder. Estos pocos segundos de introversión pueden ofrecer la claridad que necesita para responder de manera más productiva y positiva.
Es posible que seas extremadamente sensible. Percibes la rudeza de alguien o de un grupo específico, y reaccionas emocionalmente siendo grosero con ellos también. Sientes que tu valor está siendo subestimado, por lo que también encuentras formas de socavar la fuente. Sientes manipulación, ofensa o algún tipo de acusación, y también haces la reacción instintiva de reaccionar a estas partes de una manera ofensiva.
No permitas que una mala experiencia pasada induzca reactividad emocional. Una experiencia negativa previa puede formar un prejuicio en tu mente, incluso uno que puedes no ser plenamente consciente de tener. Recuérdate a ti mismo que cada vez que estás reaccionando a algo en el presente, puedes estar haciendo una suposición debido a una experiencia en el pasado. Desconectar nuestras experiencias anteriores de las actuales nos ayuda a dejar de ser emocionalmente reactivas.
Irse de vacaciones a un lugar tranquilo. Arriba en las montañas frescas, en la playa o la serenidad del bosque son lugares recomendados para recargar energías y aliviar sus nervios quemados y emociones alteradas. O bien, ir al gimnasio, practica yoga, pilates, tai-chi, salir a correr, deportes de equipo etc...
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