Estar en silencio es una práctica que deberíamos llevar a cabo todos en muchos momentos del día. Nuestro ritmo de vida nos ha llevado a vivir rodeados constantemente de ruidos y sonidos que, muchas veces, se pueden convertir en un riesgo para nuestra salud. De hecho, la continua exposición a ...
Estar en silencio es una práctica que deberíamos llevar a cabo todos en muchos momentos del día. Nuestro ritmo de vida nos ha llevado a vivir rodeados constantemente de ruidos y sonidos que, muchas veces, se pueden convertir en un riesgo para nuestra salud. De hecho, la continua exposición a la contaminación acústica puede llevarnos a sufrir irregularidades en el sueño, enfermedades cardiovasculares, problemas de estrés y ansiedad o provocar, incluso, trastornos digestivos. Para evitar todas estas consecuencias nefastas para la salud, es importante que dediquemos unos minutos al día a practicar el silencio.
Estamos tan acostumbrados al ruido que, incluso, muchas personas tienden a rellenar estos momentos de silencio diario para acabar con la errónea sensación de vacío que le puede provocar la ausencia de ruido. De hecho, relacionan el silencio con soledad o monotonía y no son conscientes de los múltiples beneficios que les aporta el silencio para su bienestar mental y emocional.
El silencio nos ayuda a calmarnos, a relajarnos y a cargarnos de energía. Practicar 30 minutos del silencio al día, es algo así como resetear nuestro cerebro. Puedes dividir esta práctica en 3 partes de 10 minutos.
Nos ayuda a mejorar la concentración y la capacidad de trabajo.
Mejora la memoria.
Nos ayuda a ser más conscientes y a practicar la capacidad de escucha.
Incrementa la creatividad.
Evita que tengas momentos de irritabilidad e impulsividad.
Estabiliza la tensión arterial.
Reduce los niveles de colesterol y de adrenalina en sangre.
Consigue mejorar tu estado de ánimo.
Refuerza tu sistema inmunológico.
Te ayuda a conocerte mejor y sentirte en armonía.
Aumenta la sensación de bienestar psicológico.
Como ya te hemos comentado, practicar el silencio tan solo 30 minutos al día le aporta increíbles beneficios a tu salud tanto física como emocional. Pero, ¿sabes cómo practicarlo de forma consciente? ¡Aquí van algunas ideas!
Pasea cada día de manera regular en silencio, tranquila y relajada. Huye del ruido de la gran ciudad y dedica un tiempo al día a caminar por algún lugar libre de ruidos.
Levántate unos minutos antes y estate en silencio de forma consciente. Ayúdate de la respiración consciente para aprovechar al máximo estos minutos. Es importante que en este tiempo, dejes también tu mente en blanco.
También puedes practicar el silencio minutos antes de irte a dormir. Pero recuerda, no se trata de estar callado y punto, sino de practicar el silencio verbal y mental.
Evita sonidos de fondo mientras trabajas o estudias.
Técnicas como el mindfulness, la meditación o el yoga te ayudarán a practicar el silencio de manera consciente.
Cuando estés en casa sola, intenta apagar unos minutos los aparatos tecnológicos.
Y recuerda, el silencio escogido y practicado de modo consciente es, además de beneficioso, muy necesario para nuestra salud.