En la Medicina Tradicional China (MTC), hay 12 meridianos principales (o nadis en sánscrito) y se extienden por todo el cuerpo, cada uno de los cuales atraviesa y lleva el nombre de un órgano diferente: el meridiano del riñón, el meridiano del hígado, el meridiano del corazón, etc. Estos meridianos ...
En la Medicina Tradicional China (MTC), hay 12 meridianos principales (o nadis en sánscrito) y se extienden por todo el cuerpo, cada uno de los cuales atraviesa y lleva el nombre de un órgano diferente: el meridiano del riñón, el meridiano del hígado, el meridiano del corazón, etc. Estos meridianos son los canales o vías a través de los cuales fluye el chi en el cuerpo.
También se entiende en la MTC que nuestros órganos son los lugares donde se guardan las emociones que aún no hemos abordado o liberado. Los riñones guardan miedo; el hígado guarda la ira; el corazón contiene pena etc..., por lo tanto, cuando surgen enfermedades o desequilibrios en esos órganos, es importante considerar también la emoción relacionada.
Yin yoga se basó en la comprensión de los principios de la MTC, por lo que es una práctica ideal para aumentar simultáneamente la calidad del chi que fluye a través de los meridianos y mejorar nuestro bienestar emocional.
Estas posturas abordan la emoción del miedo y todos sus primos cercanos: aprensión, confusión, ansiedad e incertidumbre. Estas emociones se conectan con los riñones, por lo que estas posturas estirarán principalmente la parte interna de los muslos y las regiones inferiores de la espalda a través de las cuales discurren los meridianos del riñón y la vejiga (el riñón y la vejiga son un par de yin/yang).
Siéntate en tus rodillas y que éstas estén ligeramente abiertas, deslízate hacia abajo sobre tu vientre y separa los pies al ancho de tus caderas, levántate lentamente sobre los codos, ya sea en un ángulo de 90 grados con los hombros, y extiende los brazos tanto como sea necesario para que te sientas cómoda y pueda quedarte al menos durante dos minutos. Respira, inhala y exhala y dejate fluir con la postura.
Túmbate boca abajo y levanta los brazos hasta apoyar por completo la palma de la mano. Permanece en esta posición boca abajo durante un minuto más o menos, y luego, cuando estés lista, use una inhalación para ponerte a cuatro patas. Vuelve suavemente a la postura del niño durante otro minuto.
Mantén las piernas y los glúteos apretados y no dejes que se relajen, esto te ayudará a proteger la espalda baja. Gira la pelvis hacia adelante, de modo que el hueso púbico presione la esterilla y el sacro se aplane, esto también te ayudará a proteger la espalda baja.
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