Asistimos el sábado pasado al espectáculo Cuerpo Nombrado, en el que pudimos disfrutar del baile de Paula Comitre, acompañada a la guitarra por Juan Campallo y al cante por Jesús Corbacho, en el teatro Fernán Gómez de Madrid. Al que no es experto en flamenco, le llamaba la atención los ...
Asistimos el sábado pasado al espectáculo Cuerpo Nombrado, en el que pudimos disfrutar del baile de Paula Comitre, acompañada a la guitarra por Juan Campallo y al cante por Jesús Corbacho, en el teatro Fernán Gómez de Madrid. Al que no es experto en flamenco, le llamaba la atención los movimientos de la bailaora, incluso en el suelo, del zapateado. Y de los cambios de vestuario en el mismo escenario. Una hora de fantasía, un viaje y un juego de tres cuerpos que va más allá de la piel. Hubo momentos en los que se te erizaba la piel, con el manejo de la cola de la falda.
Su arte era protagonista absoluto sobre un escenario donde reinaba el minimalismo y el juego de luces. Se vivió, como decía la información, "un cruce de fronteras donde las delimitaciones y la contaminación son la peculiaridad más valiosa". Fue un flujo de energía donde lo intrínseco finalmente era un denominador común. El cuerpo, en todos sus estados, fue un auténtico medio de expresión.
Tres cuerpos que emanaban, construían y nombraban sirviéndose de un flamenco abierto que no contaba con más límites que el de la piel de los intérpretes y que se ponía en escena en sus expresiones más inteligibles, sonoras y sensibles. El público, algo más de cien personas, salió sin duda satisfecho de lo allí vivido, del recorrido realizado por diferentes palos del flamenco sostenidos por dos de los pilares fundamentales de este arte, el cante y la guitarra.
Éste fue uno de los broches de oro de la VI edición del festival Flamenco Madrid. Esta semana pasada, la VI edición de Flamenco Madrid, del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, entró en su recta final. La despedida fue por todo lo alto el domingo, con el concierto 30 años. Las mujeres cantan al mito. Remedios Amaya, Montse Cortés, La Fabi y La Kaíta cantaron temas del maestro Camarón de la Isla al que estaba dedicado este año el festival, en el 30 aniversario de su fallecimiento.
Esta gala de cierre, producida desde el Festival Flamenco Madrid, quiso poner en escena de nuevo a Camarón desde un punto de vista diferente porque son ellas las que cantan por él. Este acontecimiento fue ideado por el propio director artístico del festival, Ángel Rojas, contó con la producción ejecutiva de María Larroca. Las cuatro artistas estuvieron acompañadas por los guitarristas Juan Vargas y Joni Jiménez y dos palmeras y coristas.
El objetivo de este festival es llevar el flamenco a pie de calle, habitando teatros, plazas, parques, tablaos y peñas flamencas. Haciéndolo cercano y accesible para toda la ciudadanía con las diferentes propuestas escénicas que ocuparon más de nueve escenarios distribuidos por toda la ciudad a lo largo de tres intensas semanas repletas de arte. Madrid acogió al flamenco y a sus artistas como algo propio, favoreciendo que tanto los artistas como el público puedan mantener un diálogo fluido que haga crecer a Madrid con la cultura y que tiene al flamenco como principal protagonista.
Aprovechamos el sábado también para visitar la exposición retrospectiva sobre Antonio Gades en el teatro Fernán Gómez, del Centro Cultural de la Villa, que ha estado abierta del 7 de abril al 29 de mayo: Antonio Gades. Tierra, mar y fuego. Recorrimos su obra dancística desde sus orígenes hasta su legado actual. Allí se ponía especial atención a tres grandes conceptos que nutren la trayectoria del artista y que se convierten en el hilo conductor del discurso expositivo. Es decir; su arraigo en la tierra, su amor por el mar y su pasión representada como el fuego. A través de ellos, se proponía un recorrido cronológico y temático que nos guiaba por el universo coreográfico, escénico y fílmico de Antonio Gades. Se exponían más de 400 piezas. Unas 150 fotografías, 45 programas de mano, partituras y guiones originales, cartas manuscritas, recortes de prensa, 25 carteles originales, 13 obras gráficas originales de Picasso, Alberti, René Portocarrero, Joan Miró, Antonio Saura, Antoni Tapies, Joan Ponç, José Jardiel, Jean Lamouroux y del propio Antonio Gades y una escultura de Toni Miró.