El vello se puede enquistar en cualquier zona del cuerpo y las causas pueden ser diversas, aunque la más común guarda relación con la depilación. Algunos especialistas opinan que el riesgo de quedarse enquistado en la piel aumenta cuanto más fuerte sea, de ahí que recomienden utilizar la técnica del ...
El vello se puede enquistar en cualquier zona del cuerpo y las causas pueden ser diversas, aunque la más común guarda relación con la depilación. Algunos especialistas opinan que el riesgo de quedarse enquistado en la piel aumenta cuanto más fuerte sea, de ahí que recomienden utilizar la técnica del láser o en segundo lugar la cera. La última opción sería rasurar la piel con cuchilla.
La foliculitis es una afección cutánea que tiene lugar después de la depilación. Se trata de pelos encarnados, cuya consecuencia es la inflamación del folículo piloso. Esto sucede cuando la salida del pelo es frenada por la barrera de la epidermis, lo que le impide salir al exterior. Esto hace que se quede enquistado y que el folículo se infecte, dando lugar a la aparición de granitos y en última instancia de quistes.
El pelo enquistado suele aparecer en las zonas que solemos depilar con mayor frecuencia, como axilas, piernas, inglés o pantorrillas, aunque también aparece en las zonas sometidas a mayor roce.
Los pelos enquistados no son un problema que deba preocuparnos en exceso. Sin embargo, es preciso evitar que se infecten y que generen efectos más severos. Además, no hay que olvidar que pueden provocar cicatrices y manchas en la piel. Por esa razón hay que eliminarlos adecuadamente.
En realidad, la foliculitis y el enquistamiento son dos conceptos que conviene diferenciar, pues este último suele acarrear infecciones. De cualquier forma, algunas personas pueden presentar una tendencia mayor al enquistamiento a pesar de no utilizar el rasurado como método habitual de depilación.
La foliculitis suele tratarse con efectividad a través de cremas antibióticas. Este método resulta muy eficaz y los resultados comienzan a notarse en poco tiempo. De cualquier forma, siempre y cuando no se manipulen, estas afecciones suelen desaparecer por sí solas. Otro caso diferente es la formación de quistes, sobre los que puede llegar a emplearse la cirugía.
El aceite de oliva es uno de los métodos más habituales para evitar el vello enquistado. Los especialistas o dermatólogos aseguran que no resulta dañino para la piel. De hecho, ayuda a ablandarla y bajar la inflación provocada.
Ciertamente, puede no ser el método idóneo, pero en muchos casos puede funcionar. No obstante, si la piel presenta algún signo de infección, como enrojecimiento, inflamación, dolor o pus, lo más recomendable es acudir al especialista.
Otro de los métodos más comunes que se utilizan para evitar la foliculitis guarda relación con la hidratación. Si mantenemos nuestra piel hidratada, el número de pelos encarnados puede reducirse o aparecer de una forma menos severa.
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