Hemos indagado en la página web de la neurocientífica y profesora de psicología Amishi Jha, y existe un ejercicio simple, denominado "de tres partes" que te puede ayudar mucho a traerte a tu momento presente. Una práctica de meditación es básicamente atención, por lo que el primer paso seguro que ya ...
Hemos indagado en la página web de la neurocientífica y profesora de psicología Amishi Jha, y existe un ejercicio simple, denominado "de tres partes" que te puede ayudar mucho a traerte a tu momento presente.
Una práctica de meditación es básicamente atención, por lo que el primer paso seguro que ya te suena. Siéntate cómodamente en una postura con la espalda recta y las piernas en forma de loto, o bien estiradas y la espalda contra la pared y cierra los ojos, aquí lo importante es estar cómoda.
El objetivo de esta meditación en cuestión serán las sensaciones relacionadas con la respiración. "Tal vez sea tu pecho o tu abdomen moviéndose hacia arriba y hacia abajo, o la frescura del aire en tus fosas nasales", dice Jha, y agrega: "sea lo que sea, ten en tu mente la idea de que cada vez esa idea la tienes más presente, y luego manifiesta una linterna en tu cabeza y que alumbre esa idea; que tu esté justo ahí".
Otro de los fines de esta práctica, dice, es fijar el objetivo de tu atención y luego mantenerla ahí enfocada todo el tiempo. "La razón por la que lo llamo ´la práctica de encontrar tu linterna´ es porque vamos a pensar en nuestra atención como una linterna y dirigirla deliberadamente hacia algo; en esta meditación no tienes que tratar de controlar la respiración, sino más bien adoptar una postura de observación", agrega.
La segunda parte de esta práctica se llama "el reflector" y se refiere a notar dónde está tu mente de una manera más amplia. Jha dice que es lo opuesto a la linterna: es una forma de verificar dónde está tu mente en un momento dado.
"Esta es la capacidad de atención", explica, y agrega: "Una forma en la que prestamos atención es enfocándonos, pero otra forma en que prestamos atención es a través de esta metáfora del reflector, que es prestar atención en una postura amplia y receptiva, como la luz de un reflector, amplia y que se dirige hacia un horizonte más amplio.
Con el aspecto de "iluminación" de esta práctica, puedes notar cuándo tu mente comienza a alejarse de tu linterna, lo que nos lleva al tercer y último paso.
Como explica Jha, "el malabarista" se refiere a nuestras funciones ejecutivas . En los negocios, agrega, el trabajo del ejecutivo es supervisar las tareas, que es lo que hace aquí "el malabarista". "Podemos pensar en esto como una especie de sistema de mantenimiento de objetivos de la mente", dice ella.
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