Son muchos los niños de todas las edades que viven "enganchados" a una pantalla. Su mundo se desarrolla ahí. Al principio son juegos, películas o música, por ejemplo. A medida que crecen, sus gustos cambian, y se sumergen sin paracaídas en las redes sociales. Todas estas circunstancias los alejan de ...
Son muchos los niños de todas las edades que viven "enganchados" a una pantalla. Su mundo se desarrolla ahí. Al principio son juegos, películas o música, por ejemplo. A medida que crecen, sus gustos cambian, y se sumergen sin paracaídas en las redes sociales. Todas estas circunstancias los alejan de lo que, de verdad, es saludable: hacer ejercicio y practicar un deporte adaptado a sus características personales.
Los padres y educadores pueden fomentar la práctica deportiva desde la educación y el ejemplo personal. Proponer a tu hijo un plan divertido que incluya movimiento o apuntarlo a las actividades deportivas de su centro de estudios le ayudará a integrar el ejercicio en su rutina y le permitirá crecer sano y bien equilibrado.
Se recomienda que los niños realicen actividades físicas desde que son capaces de desempeñarlas. Los expertos señalan que, en función de la etapa evolutiva del niño, sería recomendable:
1-En los primeros 2 años de vida se debe favorecer el juego libre y el movimiento, vigilando su entorno para evitar caídas o accidentes inesperados que puedan provocarles heridas y miedo a moverse.
2-Durante la etapa preescolar, sus capacidades motoras se van desarrollando y aumentan su coordinación. Es importante que sigan jugando, viviendo el deporte de manera lúdica. Aprender a moverse con un triciclo, saltar, correr o jugar con la pelota, por ejemplo, les hará disfrutar del ejercicio y moverse con intensidad.
3-Entre los 4 y los 7 años se produce la eclosión de su actividad motora, equilibrio, velocidad y coordinación, entre otras habilidades. Son capaces de aprender a montar en bicicleta, controlar el balón con la pelota o saltar a la pata coja, por ejemplo.
4-Entre 8 y 9 años son capaces de participar en carreras y jugar en grupo con mayor seguridad en sí mismos.
5-Durante los 10 y 12 años desarrollan las denominadas habilidades motoras específicas (fuerza, resistencia y flexibilidad, por ejemplo) y son más capaces de dominar su propio cuerpo (perciben que les "obedece"). Es el momento de iniciarse en el juego deportivo, en el que se incluyen ciertas reglas y normas que deben ser entendidas, aceptadas y cumplidas por todos los participantes.
6-Entre los 13 y los 15 años se alcanza la pubertad. Es un momento especialmente complejo porque, aunque están preparados para el desarrollo de una gran actividad física porque han adquirido una gran madurez motora, suele producirse un gran número de abandonos de la actividad deportiva. Las causas son múltiples, pero destacaría que desean imitar a sus iguales, por lo que es importante que se relacionen con personas motivadas por seguir practicando ejercicio.
7-A partir de los 16 años, los que hayan aprendido a disfrutar con el ejercicio, continuarán con él.