Cuando nos hacemos altas expectativas de algo y que luego la realidad de esa experiencia no es como lo imaginado, nos llevamos chascos, desilusiones, algo hasta cierto punto normal, al final y al cabo ¿a quién no le ha pasado?. Apuntar a las estrellas y fracasar es algo que es mucho ...
Cuando nos hacemos altas expectativas de algo y que luego la realidad de esa experiencia no es como lo imaginado, nos llevamos chascos, desilusiones, algo hasta cierto punto normal, al final y al cabo ¿a quién no le ha pasado?.
Apuntar a las estrellas y fracasar es algo que es mucho más común de lo que parece, a priori. Se puede decir que, esperar a algo que va a ocurrir muy pronto e ilusionarnos por anticipado, es algo bueno, pero si hablamos del largo plazo o de una extrema ensoñación e idealismo hacia todo, la cosa cambia. Hay un refrán que dice: "Vive de ilusiones y morirás de decepciones". Y en cierto modo, y encaminándonos hacia el otro extremo ¿no es acaso también verdad?.
¿Quién no sueña o fantasea con viajes idílicos, premios, experiencias, parejas ideales o situaciones concretas que luego no se han dado como lo esperado? Y es que, este tipo de fantasías o ensoñaciones nos podrían perjudicar hasta el punto de llevarnos chascos, decepciones o desilusiones, ya sea por idealizarlo demasiado y que luego resulta otra osa distinta a lo que esperábamos, y hasta para eso hay que tener cuidado.
"Más del 90% de la población fantasea unos minutos al día con algo, el problema es cuando una persona pasa más de la mitad del tiempo de vigilia en su habitación sin ser consciente del tiempo", asegura el psiquiatra Dr. Sergio Oliveros.
Un problema que cada vez se da más, y por lo que se ha acabado por dar el nombre de lo que se conoce como el "Trastorno por Ensoñación inadaptada" o ensoñación excesiva. "Cuando las fantasías son muy vívidas y complejas y una persona es incapaz de mantener su atención y modular su conducta, y llegan a desatender la alimentación o la higiene, hablamos de este trastorno, y es muy frecuente en las idealizaciones a uno mismo y en las relaciones amorosas o los "crush" con famosos", explica el experto.
Al parecer, y tal y como cuenta el Dr. Oliveros, el origen de este trastorno es diverso, pero más común de lo que parece, pues se da en personas han sufrido experiencias traumáticas en su infancia. "Las personas que han sufrido bullying, por ejemplo, las que padecen de fobia social, las Personas Altamente Sensibles (PAS) o cualquier persona la cual las fantasía les reportan más placer que la realidad, deben de comenzar a prestar mucha atención", dice
Como un efecto similar al de una droga, existen personas que se agarran con fuerza al placer de sus propias fantasías, así que, algunas hechas realidad o no, al final, lo importante es el equilibrio o pisar tierra firme y bajar a la realidad, o como también dice el refrán: "El veneno está en la dosis".
Foto principal: Pexes