Se considera que el estrés afecta a la salud física y mental. De manera general, el estrés mantenido a lo largo del tiempo, influye sobre el metabolismo y acelera los problemas asociados a la obesidad (como la diabetes, por ejemplo), reduce la capacidad de pensar con claridad, aumenta el riesgo ...
Se considera que el estrés afecta a la salud física y mental. De manera general, el estrés mantenido a lo largo del tiempo, influye sobre el metabolismo y acelera los problemas asociados a la obesidad (como la diabetes, por ejemplo), reduce la capacidad de pensar con claridad, aumenta el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca, sufrir una adicción o presentar alteraciones del estado de ánimo.
Los avances científicos han favorecido el desarrollo de herramientas que permiten medir la edad biológica. Emplean la medida de los cambios químicos y estructurales que se producen en el ADN de manera natural cuando se produce el envejecimiento celular. Estos relojes epigenéticos funcionan de manera diferente en cada persona por lo que unas envejecen de manera más rápida y otras de forma más lenta.
Existe una coincidencia en los hallazgos científicos relacionada con la idea de que el estrés crónico acelera estos "relojes del envejecimiento". Los expertos señalan que las personas que presentan altos niveles de estrés crónico sufren un envejecimiento acelerado y cambios fisiológicos (como una mayor resistencia a la insulina, por ejemplo) independientemente de factores demográficos, el índice de masa corporal, la raza, las características de comportamiento y el nivel económico.
De estos estudios se deduce que el estrés provoca emociones y pensamientos que generan conductas repetitivas que pueden tener efectos perjudiciales sobre la salud y provocan que los relojes del envejecimiento se aceleren.
También se ha deducido que, quienes disfrutan de una buena resiliencia psicológica, especialmente en lo que se relaciona con la regulación de las emociones y el autocontrol, son más resistentes a los efectos que el estrés tiene sobre el envejecimiento y la resistencia a la insulina. Así, sería posible minimizar las consecuencias adversas del estrés mejorando la regulación de las emociones y el autocontrol.
Si se aumentase la resiliencia psicológica, sería posible incrementar la probabilidad de disfrutar de una vida más larga y saludable. Reducir el estrés aprendiendo a regular las emociones, nos ayudará a envejecer más lentamente. Los expertos recomiendan:
1-Hacer meditación para transformar las emociones y convertirlas en aliadas.
2-Practicar yoga, taichí o Pilates, que aúnan un ejercicio relativamente suave y la posibilidad de recuperación a nivel psíquico. Consulta con un especialista cuál se adapta mejor a tu estado de salud e inténtalo.
3-Realizar sesiones de mindfulness. La atención plena es muy recomendable para la salud y la gestión emocional.
4-Reservar una parte de tu día para hacer lo que te apetezca, no lo "obligatorio". Es difícil encontrar el momento, pero si te organizas bien seguro que lo consigues. También puedes "no hacer nada".
5-Utilizar técnicas de relajación. Simplemente realizar una respiración adecuada puede ser muy útil para reducir la inquietud.