A pesar de lo beneficioso que resulta practicar ejercicio, es importante entender que no todo el ejercicio vale para todos ni es posible realizarlo en cualquier momento. La OMS, en relación al ejercicio, habla de tres grupos en función de la edad que podrían establecerse como: -Entre 5 y 17 años, ...
A pesar de lo beneficioso que resulta practicar ejercicio, es importante entender que no todo el ejercicio vale para todos ni es posible realizarlo en cualquier momento. La OMS, en relación al ejercicio, habla de tres grupos en función de la edad que podrían establecerse como:
-Entre 5 y 17 años, sería recomendable realizar una hora de actividad física al día. Se puede bailar, caminar, nadar, correr, pedalear o jugar al escondite, por ejemplo.
-De 18 a 64 años, se recomiendan dos horas y media a la semana de actividad moderada (caminar, nadar o bailar, por ejemplo) o 75 minutos de actividad fuerte (correr o pedalear, entre otras) o una combinación de ambas en períodos de unos 10 minutos alternos.
-Para los mayores de 65 años, se recomienda practicar ejercicio durante unos períodos idénticos al grupo anterior, pero adaptados a sus condiciones físicas reales. Deben optar por ejercicios que mejoren su equilibrio, les sirvan para evitar caídas y lesiones o mejoren su flexibilidad, por ejemplo.
De manera general, a todas las edades y a nivel de la práctica de ejercicio se recomienda:
-Consulta al médico el ejercicio más adecuado para tu caso concreto. Es importante personalizarlo.
-Elige lo que más te guste si tu salud no plantea ningún problema para realizarlo.
-Equípate de manera adecuada. Si vas a montar en bicicleta, por ejemplo, debes llevar sistemas de protección; si te vas a bañar no olvides las chanclas, el gorro y/o tapones para los oídos y si vas a patinar, utiliza sistemas de protección adecuados.
-Estira antes (para aportar elasticidad a los tejidos blandos) y después de realizar deporte (para evitar acortamientos musculares y calambres causantes de dolor). Los estiramientos no son recomendables si padeces alguna lesión muscular.
-Hidrata tu organismo de manera adecuada. El sudor liberado durante el ejercicio supone una pérdida de agua y electrolitos que deben ser reemplazados para evitar los calambres, mareos y dolores musculares, por ejemplo, asociados a esta pérdida. Bebe agua o bebidas isotónicas.
-Inicia la práctica lentamente y ve aumentando la intensidad de manera gradual. Evita los atracones de fin de semana y vegetar durante la semana.
-Mantén una actitud positiva. El ejercicio mejora tu salud y previene la aparición de ciertas patologías.
-No hagas ejercicio en ayunas. El organismo necesita nutrientes para realizar todas sus funciones vitales y, al ser activado por el movimiento, necesita un aporte adecuado de hidratos de carbono.
-No intentes hacerlo todo en un día. Plantea objetivos alcanzables y no busques batir un record imposible porque te desanimarás y dejarás de hacer ejercicio.
-Utiliza ropa amplia de algodón y calzado que se ajuste bien a tu pie, lo proteja de rozaduras, amortigüe la pisada y se agarre a la superficie por la que vas a desplazarte.
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