Existen infinidad de técnicas para mejorar la memoria y continuar manteniendo una mente ágil a pesar del paso del tiempo. Entrenar a diario el cerebro te ayudará a mantener una mente joven. ¿Sabías que ir perdiendo memoria no es solo una cuestión de genes? El estilo de vida, llevar una ...
Existen infinidad de técnicas para mejorar la memoria y continuar manteniendo una mente ágil a pesar del paso del tiempo. Entrenar a diario el cerebro te ayudará a mantener una mente joven. ¿Sabías que ir perdiendo memoria no es solo una cuestión de genes? El estilo de vida, llevar una dieta sana y equilibrada o hacer ejercicio a diario son aspectos cruciales para mantener la mente despierta y prevenir la pérdida de memoria.
La memoria es un conjunto de sistemas y procesos que registran, retienen y recuperan la información. En la fase de registro entramos en contacto con la información y son determinantes los sentidos y la capacidad de atención. De hecho, solo podremos memorizar aquellos a lo que hemos atendido previamente. En la fase retención se consolidan e implantan los datos. Finalmente, en la fase de recuperación se evoca la información que se ha registrado y retenido.
Memoria sensorial: Es la memoria de los registros sensoriales que llega a través de los sentidos. Este tipo de información permanece en este almacén menos de un segundo, para decaer o para continuar procesándose en el sistema cognitivo. Su función es la de prolongar durante un corto período de tiempo los estímulos para asegurar su procesamiento posterior.
Memoria a corto plazo: Parte de la información almacenada por la memoria sensorial pasa a la memoria a corto plazo, donde se retiene entre 15 y 20 segundos.
Memoria a largo plazo: Sería como el disco duro del ordenador y permie mantener la información que proviene de la memoria a corto plazo durante largos períodos de tiempo, con una capacidad limitada. Este tipo de memoria se divide en memoria de procedimiento y memoria explícita.
Existen algunas técnicas muy fáciles de llevar a cabo a diario que te van a sorprender para mejorar tu memoria.
Utilizar reglas mnemotécnicas: Nuestra memoria actúa como si fuera un archivador. Por ello, si lo acostumbramos a utilizar reglas mnemotécnicas, le costará menos encontrar lo que busca. Para usarlas es básico asociar los números con palabras que rimen, por ejemplo.
Abrir y cerrar las manos: Apretar el puño derecho durante 90 segunda ayuda en el proceso de formación de la memoria.
Descansar correctamente: Dormir es una de las actividades que hacemos a diario más importantes para nuestra salud. Los adultos deberíamos dormir entre 7,5 horas y 9. Es básico no tener distracciones a la hora de irse a dormir y mantener un horario regular.
Evitar el estrés: El estrés crónico es uno de los peores enemigos de la memoria, ya que destruye las células y daña el hipocampo, una región que se encarga de la formación de los nuevos recuerdos y de recuperar los viejos. Evitar dejar las cosas para el último minuto, descansar de forma frecuente, expresar tus emociones, evitar hacer demasiadas cosas a la vez, o meditar pueden ayudarte a alejar el estrés de tu vida y, en consecuencia, a mejorar tu memoria.
Practica ejercicios de Brian Training: Practicar 15 minutos al día de juegos que entrenen tu mente mejora el rendimiento de la memoria.
Cierra los ojos: Es un gesto simple que te ayuda a recordar de forma más eficaz y con más detalle.
Dibuja: Cuando dibujamos nos vemos forzados a considerar detalles, algo que provoca que el proceso de recordar sea más efectivo.
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