El abuso de medicamentos con receta puede provocar problemas de salud que, en ocasiones, resultan graves. Su consumo inadecuado puede resultar peligroso, e incluso causar la muerte, cuando se toman en dosis altas o se combinan con alcohol, drogas ilegales o recreativas, otros medicamentos con receta o medicamentos de venta ...
El abuso de medicamentos con receta puede provocar problemas de salud que, en ocasiones, resultan graves. Su consumo inadecuado puede resultar peligroso, e incluso causar la muerte, cuando se toman en dosis altas o se combinan con alcohol, drogas ilegales o recreativas, otros medicamentos con receta o medicamentos de venta libre.
Este abuso de medicamentos de prescripción se ha convertido en un problema cada vez mayor y puede afectar a todos los grupos de población, aunque suele iniciarse en los adolescentes o adultos jóvenes. Entre los medicamentos recetados en los que el abuso es más frecuente se incluyen los ansiolíticos, los analgésicos opioides, los sedantes y los estimulantes. Identificar precozmente este abuso y realizar una intervención temprana podría evitar que se convierta en una adicción.
A nivel clínico, en función del medicamento de que se trate, son numerosas las consecuencias de este abuso. En el caso de los estimulantes, por ejemplo, se produce un aumento de la temperatura y de la presión arterial, problemas cardíacos, agresividad, alucinaciones y convulsiones o temblores. Los opioides provocan una bajada de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, pudiendo causar una parada respiratoria o provocar coma. Los ansiolíticos causan problemas de memoria y ralentizan la respiración.
Los expertos indican que existen una serie de señales de abuso de medicamentos que puedes reconocer fácilmente en ti o en alguna persona cercana. Serían:
1-Aumento o reducción de las horas que duerme el afectado y, consecuentemente, suelen describir un cansancio "inexplicable".
2-Cambios en el estado de ánimo y alteraciones del humor frecuentes y excesivos. Suele aparecer irritabilidad y hostilidad.
3-Consumo de drogas ilícitas o recreativas sin control. Es frecuente el consumo de alcohol o de tabaco en cantidades elevadas, por ejemplo.
4-Ingesta de dosis más altas de las prescritas por el médico. También suelen alterarse las horas de administración y combinar fármacos inadecuadamente.
5-Mantenimiento de relaciones conflictivas y problemáticas con las personas conocidas y con personas nuevas que lleguen a su vida en diferentes contextos.
6-Participación en comportamientos de riesgo, llegando a involucrarse en la comisión de delitos de todo tipo, por ejemplo. También es frecuente que roben, falsifiquen o vendan recetas.
7-Petición de recetas a varios médicos, intentando que no se crucen la información entre ellos para conseguir su objetivo. Realizan visitas a especialistas de la pública y la privada para poder acaparar los fármacos que precisan. Solicitan reposiciones anticipadas de los fármacos pautados poniendo excusas extrañas como que han perdido las medicinas.
8-Percepción de un deterioro personal en el bienestar, la calidad de vida o el desempeño académico o laboral. Suelen sufrir accidentes inesperados, incluso cuando circulan con el coche, por ejemplo.
9-Toma de decisiones inadecuadas que les complican aún más su ya desastrosa vida. Se sienten incapaces de analizar correctamente las situaciones y encontrar soluciones correctas.