Con la llegada de la menopausia, el pelo se resiente. La bajada de estrógenos hace que el cabello se vuelva más fino, se rompa, esté más seco y pierda volumen. Una menor producción de estrógenos y progesterona es uno de los detonantes de estos cambios tan significativos en nuestro cabello. ...
Con la llegada de la menopausia, el pelo se resiente. La bajada de estrógenos hace que el cabello se vuelva más fino, se rompa, esté más seco y pierda volumen. Una menor producción de estrógenos y progesterona es uno de los detonantes de estos cambios tan significativos en nuestro cabello.
Si notamos que existe una pérdida evidente del grosor del cabello, la caída es mucho mayor, notamos el cabello más seco y quebradizo y con falta de brillo y notamos cambios en su textura, es el momento de ponernos manos a la obra.
Para evitar, en la medida de lo posible, esta pérdida de cabello podemos llevar a cabo una serie de medidas que pueden ser muy efectivas:
Evita el estrés: Nuestro estado emocional puede incidir en la bajada de nuestras hormonas. De hecho, la reducción de estrógenos cambia la química cerebral, aumentando los cambios de humor, la ansiedad y la depresión. Para evitar contrarrestar estos cambios es importante llevar a la práctica hábitos de relajación como la mediación, el mindfulness o el yoga. La aromaterapia también puede ayudarte a controlar el estrés.
Haz ejercicio: Hacer ejercicio de forma regula el equilibrio hormonal, algo que permite que el microbioma del cuero cabelludo se desarrolle de forma eficaz y ser refuerce el crecimiento del cabello.
Aumenta el consumo de alimentos con hierro: Alimentos con hierro como las lentejas, la carne roja y magra o los huevos, mejoran la circulación y, por consiguiente, un mejor desarrollo y funcionamiento del folículo piloso.
Haz cambios en tu dieta: Lleva una dieta equilibrada y baja en grasas, incorporando en tu día a día cereales integrales, frutas y verduras, AOVE, más pescado azul y un puñado de frutos secos a diario.
Hidrata tu cuerpo por dentro: Para mantener un cabello sano y bello, es fundamental que te hidrates todos los días incrementando el consumo de agua y líquidos saludables. Como mínimo deberías ingerir 8 vasos de agua al día.,
Evita el uso de herramientas de styling: Reduce el uso de secadores o planchas que fomentan la debilitación del cabello, haciéndolo más propenso a la rotura y a la caída.
Hazte masajes capilares: Los masajes son especialmente efectivos si deseas mantener el pelo fuerte y abundante.
Injertos capilares: en los casos más extremos podemos recurrir a los trasplantes capilares, una solución definitiva tanto para hombres como para mujeres.
Mesoterapia capilar: Consiste en inyectar sustancias como aminoácidos, vitaminas, minerales, ácido hialurónico o plasma a nivel intradérmico para prevenir la caída y mejorar la calidad del pelo.
Láser capilar: Tratamiento estético muy efectivo que ayuda a frenar la caída de cabello y ayuda a que recupere la fuerza y el grosor.
Monodixil: Fármaco que debe tomarse bajo prescripción médica.