España ha sido considerado durante mucho tiempo un país muy ruidoso. Es cierto que hablamos alto, gritamos bastante y nos expresamos en tono elevado, pero no podemos ser considerados tan ruidosos como Turquía, Egipto o China, por ejemplo. Aun así, Lo cierto es que vivimos sometidos a la tiranía del ...
España ha sido considerado durante mucho tiempo un país muy ruidoso. Es cierto que hablamos alto, gritamos bastante y nos expresamos en tono elevado, pero no podemos ser considerados tan ruidosos como Turquía, Egipto o China, por ejemplo. Aun así, Lo cierto es que vivimos sometidos a la tiranía del ruido y lo recomendable es conocer sus efectos y evitarlo en lo posible.
De manera general, la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que, aproximadamente nueve millones de españoles, conviven a diario con niveles de ruido superiores a los 65 decibelios, que es el nivel máximo recomendado para mantener la salud. El ruido es un contaminante invisible que nos afecta provocando efectos visibles y perjudiciales tanto a nivel físico como psicológico y emocional.
Los expertos señalan que, entre los numerosos y variados efectos del ruido en nuestra salud destacarían:
1-Alteraciones del aparato digestivo. Comer en un ambiente excesivamente ruidoso se ha asociado a las malas digestiones y la formación de gases, por ejemplo.
2-Aumento de la presión sanguínea. El ruido nos molesta y provoca alteraciones del ritmo cardíaco.
3-Cambios en los niveles de las hormonas. Se ha encontrado una relación entre el ruido intenso y los niveles de cortisol, por ejemplo.
4-Comportamiento social modificado e inadecuado por los problemas asociados a la mala comunicación entre las personas, por ejemplo. Además, la irritación que la molestia causada por el ruido provoca, afecta al estado de ánimo y reduce la posibilidad de mantener relaciones correctas.
5-Estrés. La exposición a niveles de ruido elevados y de forma continuada, puede provocar estrés crónico, aumento de irritabilidad y problemas de ansiedad.
6-Incremento de la tensión muscular y aparición de contracturas. El malestar generado por el ruido provoca alteraciones musculares por contracciones inadecuadas.
7-Pérdida de audición. Es el efecto más conocido del ruido. Se puede presentar tras una exposición prolongada a altos niveles de ruido sin protección o por sufrir un trauma acústico al ser sometido el oído a un sonido de muy alta intensidad.
8-Problemas cardiacos. Algunos estudios señalan que el ruido intenso afecta al corazón, provocando un aumento en la incidencia de trastornos cardiovasculares.
9-Problemas en el funcionamiento del sistema inmunológico. Se ha relacionado el ruido con la baja actividad inmunitaria.
10-Reduce la concentración. Cuando estamos sometidos a un ruido intenso o sostenido en el tiempo, nuestra capacidad de concentración se ve afectada. Consecuentemente, el rendimiento laboral y escolar se ve perjudicado.
11-Trastornos del sueño. El ruido provoca problemas asociados al descanso nocturno provocando insomnio, por ejemplo. No dormir correctamente causa alteraciones a nivel de la memoria y el aprendizaje, por ejemplo, que afectan al rendimiento durante el día.