Iniciar un tratamiento farmacológico requiere cumplir las pautas marcadas por el médico a todos los niveles. Cumplir el horario, las dosis o el tiempo de administración son requisitos imprescindibles para que la eficacia sea la esperada y no se produzcan recaídas en la patología o nuevos problemas de complicada solución. Además, ...
Iniciar un tratamiento farmacológico requiere cumplir las pautas marcadas por el médico a todos los niveles. Cumplir el horario, las dosis o el tiempo de administración son requisitos imprescindibles para que la eficacia sea la esperada y no se produzcan recaídas en la patología o nuevos problemas de complicada solución.
Además, sería recomendable:
1-Leer el prospecto donde se indican (a veces incluso excesivamente) las interacciones, contraindicaciones o efectos secundarios del fármaco. Es fundamental seguir las normas especificadas por los fabricantes y consultar al médico.
2-Si la indicación es que debe tomarse con las comidas es porque así se reducen sus efectos perjudiciales a nivel digestivo. Debe seguirse esa pauta para evitar que se presenten diarreas o úlceras, por ejemplo.
3-Si se indica que debe ser tomado fuera de las comidas, debe hacerse entre 30 minutos y una hora antes o dos horas después de ellas. Así se evita la mezcla del fármaco con los alimentos durante el proceso digestivo y la consiguiente reducción de su eficacia terapéutica.
4-Si perteneces al grupo de los intolerantes a la lactosa que consume soja de manera habitual, no se recomienda mezclarla con ibuprofeno, porque aumentarían sus efectos adversos a nivel digestivo.
5-Algunos alimentos ricos en flavonoides (como la soja) son el té verde o negro, el brócoli, el vino o la fruta. Estos alimentos incrementan la actividad de la vitamina C y deben ser consumidos con cuidado en pacientes a los que se les administra un aporte extra de dicha vitamina.
6-Cuando el prospecto señala que el medicamento no puede mezclarse con leche se debe a que los componentes de la leche disminuyen la absorción y distribución del fármaco, reduciendo sus efectos.
7-Ciertos alimentos llamados "funcionales" inciden en la absorción y distribución del principio activo en el organismo. Así, la inulina y la oligofructosa (presentes en plátanos, cebollas, ajos o puerros, por ejemplo), favorecen la absorción intestinal de calcio. Las personas tratadas con este mineral para reducir su osteoporosis no deben consumirlos en exceso porque afectarían a su biodisponibilidad y no sería posible alcanzar la dosis terapéutica.
8-Los alimentos ricos en fitoesteroles (cuya función es bloquear la absorción de colesterol a nivel intestinal) consumidos en exceso, reducen la absorción de sustancias fundamentales para el organismo (como ciertas vitaminas liposolubles o minerales imprescindibles para el mantener el equilibrio del organismo).
9-Los "compuestos naturales" que puedes encontrar en diferentes puntos de venta, provocan interferencias con los principios activos de los medicamentos. Su consumo combinado debe ser consultado al médico porque pueden ser incompatibles.
Estas indicaciones pueden ayudar en el momento en que se inicia un tratamiento farmacológico pautado por el médico. Consulta todas tus dudas y no consideres que son poco importantes.