En el puesto de trabajo estamos sometidos a diferentes factores que afectan a nuestra salud. Trabajar sentado durante horas afecta a determinadas estructuras anatómicas y genera problemas. Hacerlo de pie también provoca alteraciones que deben ser tenidas en cuenta para, en lo posible, prevenir su aparición. Cuando se pasan muchas horas ...
En el puesto de trabajo estamos sometidos a diferentes factores que afectan a nuestra salud. Trabajar sentado durante horas afecta a determinadas estructuras anatómicas y genera problemas. Hacerlo de pie también provoca alteraciones que deben ser tenidas en cuenta para, en lo posible, prevenir su aparición.
Cuando se pasan muchas horas de pie en el puesto de trabajo, la salud se resiente y aumenta la probabilidad de:
1-Aparición de infecciones causadas por hongos, virus y bacterias
Cuando al trabajo de pie se asocia el empleo de calzado abierto (como las chanclas en verano o si eres socorrista en una piscina durante todo el año) aumenta la probabilidad de padecer infecciones en los pies.
Si existe alguna alteración previa de la piel (como una herida o una uña encarnada, por ejemplo), los virus, los hongos y las bacterias, encuentran un acceso directo. El sudor excesivo (que provoca que la piel se ablande y se agriete), el uso de chanclas (que endurece y agrieta la piel del talón y aumenta la probabilidad de sufrir, por ejemplo un esguince) o clavarse algún objeto, favorece el ataque de los microorganismos presentes en el ambiente.
2-Sentir dolor a nivel muscular y articular
La postura de bipedestación prolongada que mantienen, por ejemplo las peluqueras, produce una sobrecarga de las extremidades inferiores y de la musculatura de la espalda y una tensión constante y sostenida de varios grupos musculares.
Esta situación puede generar dolores de columna (especialmente lumbar y cervical) o patologías dolorosas en los pies (metatarsalgia o fascitis plantar por inflamación de la fascia plantar que causa dolor en el pie).
3-Presentar problemas cardiovasculares
El sedentarismo, en general, es perjudicial para la salud cardiovascular. Trabajar de pie incrementa, incluso duplica, el riesgo de padecer alteraciones cardiacas, según varios estudios realizados por expertos en este campo de investigación.
Mantener esa postura durante horas se asocia a un estancamiento circulatorio de las piernas y a la aparición de insuficiencia venosa crónica, que resultan peligrosos especialmente en verano o en locales con altas temperaturas, aumentando la posibilidad de la aparición de varices.
El calor, el sobrepeso, la administración de anticonceptivos orales, los antecedentes familiares, el número de horas de permanencia en bipedestación o la edad (siendo más vulnerables a su aparición los mayores de 45 años) afectan a la capacidad de retorno sanguíneo del sistema venoso y puede agravar posibles patologías vasculares preexistentes.
Modificar las condiciones laborales y adaptar el puesto de trabajo resulta complicado en la mayoría de los casos. Implementar medidas para reducir la sobrecarga (como dar algunos pasos para favorecer el retorno venoso o y apoyarte en la pared para relajar la tensión de la columna), puede ayudarte.
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