El resfriado común es una infección leve de las vías respiratorias altas causada por diferentes virus. Los síntomas suelen ser tos persistente, mucosidad, en algunos casos fiebre, dolor de garganta… Las bajadas de temperatura, una mala alimentación y el estrés hacen que nuestro sistema inmunitario se debilite y no esté ...
El resfriado común es una infección leve de las vías respiratorias altas causada por diferentes virus. Los síntomas suelen ser tos persistente, mucosidad, en algunos casos fiebre, dolor de garganta… Las bajadas de temperatura, una mala alimentación y el estrés hacen que nuestro sistema inmunitario se debilite y no esté lo suficientemente fuerte para combatir a estos virus y acabamos con un catarro de campeonato.
A pesar de que los catarros pueden desaparecer por sí solos en pocos días, los síntomas son especialmente molestos y es primordial aliviar, en la medida de lo posible, los síntomas para sobrellevar de la mejor forma posible el resfriado.
Aunque un catarro no es un proceso que pueda resultar de gravedad, es bien cierto que sus síntomas nos pueden dejar realmente KO. Generalmente, la mucosidad y la tos vienen acompañadas de dolor de cabeza y malestar general. Para combatir estos síntomas, podemos ayudarnos de remedios caseros que son especialmente eficaces.
Lo ideal cuando nos resfriamos es acudir a nuestro médico. Debemos evitar automedicarnos en casa y será el doctor el que deba pautarnos paracetamol, ibuprofeno o cualquier tipo de antibiótico si lo necesitamos. Mientras tanto, nosotros en casa podemos ayudarnos de remedios naturales que acelerarán nuestro proceso de curación.
Es mejor prevenir que curar y para tener lo más lejos posible a cualquier resfriado lo ideal es conseguir un sistema inmunitario fuerte. Debemos tener las defensas a tope para evitar que los virus se instalen en nuestro organismo y, si lo hacen, conseguir echarlos lo antes posible.
Es importante que nos mimemos. Dediquémonos un tiempo a estar por nosotras y quedémonos en casa para acelerar la recuperación y para evitar contagiar a los demás.
Toma una ducha caliente nada más levantarte. El vapor de agua de la ducha te ayudará a expulsar la mucosidad y a reducir la congestión nasal. Aprovecha este momento para limpiar en profundidad tus vías respiratorias. Además, el agua caliente también ayudará a activar tus defensas.
Consume mucha vitamina C en forma de zumo de naranja o kiwi. La vitamina C ayuda a proteger las mucosas de la nariz, faringe y laringe y evita que se inflamen, aumentando la mucosidad. Las infusiones de miel y limón ayudarán también a suavizar la garganta.
Es fundamental beber muchos líquidos, sobre todo agua, para ayudarnos a eliminar la mucosidad.
Utilizar una solución salina para la nariz también es muy efectivo para despejar las vías respiratorias y eliminar la mucosidad.
Aprovéchate de las propiedades antibióticas naturales del ajo. El ajo es un antiséptico que ayuda a combatir de forma eficaz el resfriado. Se puede consumir directamente una vez cocido o bien en forma de infusión junto con limón y miel.
Toma infusiones de própolis y echinácea. Esta combinación te ayuda, por un lado, a acabar con el dolor de garganta y, por otro, a potenciar tus defensas para acabar con los virus y las bacterias.