Llega la hora de cena. A veces cuesta hasta decidirse qué preparar tras una larga jornada en el trabajo. Abrimos la nevera o la despensa y cogemos lo primero que vemos por delante, en otras ocasiones aprovechamos lo que haya sobrado de la comida, pero también hay quien descarta lo ...
Llega la hora de cena. A veces cuesta hasta decidirse qué preparar tras una larga jornada en el trabajo. Abrimos la nevera o la despensa y cogemos lo primero que vemos por delante, en otras ocasiones aprovechamos lo que haya sobrado de la comida, pero también hay quien descarta lo anterior y se va a dormir sin cenar. Puede que el desayuno sea la comida más importante del día, pero no por ello tenemos que vernos obligadas a renunciar a una cena ligera. Además de esta condición, añadimos otras tres más: que esté rica, que sea sana y que sea prepare rápido. Como las ensaladas son uno de esos platos que hemos comido hasta la saciedad durante la época estival y no a todo el mundo le apetece durante la temporada de frío, la hemos descartado del menú. Para compensar su ausencia, hemos elegido un rico caldo de verduras. Una opción nutritiva y saludable con la que poder contrarrestar la bajada de las temperaturas. El cocinero Fabián León te facilita la tarea guiándote paso a paso y ayudándote a preparar un caldo exprés.
Lo primero que tienes que hacer es cortar los ajos, las cebollas y el puerro. Después pon una olla al fuego, vierte un chorro de aceite y deposita en ella los ingredientes anteriores para sofreírlos. A continuación, corta los champiñones e incorpóralos al recipiente. Luego les tocaría el turno a las zanahorias y a los tomates, que una vez troceados irán al interior de la olla. Espolvorea un poco de sal, pimienta molida y agrega el agua. Echa unas hojas de laurel y una pizca de romero. Tápalo y déjalo a fuego medio entre 30 y 45 minutos. Finalmente, cuela el caldo con ayuda de un colador para extraer las verduras.
Otra receta para chuparse los dedos sin tener que estar contando las calorías ni sentir esa pesadez en el estómago cuando ingerimos un alimento copioso y nos vamos a dormir, puede ser una pechuga de pollo o un filete de pescado acompañado de unas hortalizas, un puré o simplemente aderezándolo con almendras, limón o perejil, ajo y vino blanco. Seguro que tienes una pechuga en casa y siempre la preparas de la misma manera, arriesga y haz como en Sazones y Sabores y prepárala a la jardinera.
Vierte un chorro de aceite sobre la sartén y cuando este está caliente agrega el pollo para marcarlo. Añade la cebolla cortada, los ajos machacados y remueve. Ahora le tocaría el turno a los pimientos y a las hojas de laurel. Espolvorea un poco de sal y pimienta. Deja que se haga unos minutos y después incorpora las zanahorias, los champiñones, los guisantes y el maíz. Tras este paso será el momento de echar el caldo de pollo y el perejil. Tendrá que estar haciéndose 20 minutos más antes de retirarlo del fuego.
Preparar unos huevos para cenar siempre es un gran acierto, tanto cocidos como en un revuelto o en una tortilla francesa. No hay que enredar mucho para hacerlos ni tampoco manchar una gran cantidad de útiles en la cocina. Sin ir más lejos, en Achiote sorprenden con unos originales huevos al horno.
Corta el cebollino, el tomate, los champiñones, el pimiento, las espinacas y el perejil. A continuación, casca dos huevos para un bol, echa una pizca de sal y pimienta. Bate todo con un tenedor. Coge una fuente apta para horno, úntala de mantequilla y comienza a depositar el cebollino, el tomate, el pimiento, las espinacas, el cilantro, el perejil, la sal y los champiñones. Tras este paso agrega el huevo y ralla el queso parmesano por encima. Hornéalos entre 15 y 20 minutos a 180 ºC.
Las fajitas o tortitas nunca vienen mal. Se pueden acompañar de todo lo que se nos ocurra y es una buena forma de aprovechar o dar salida a aquellos comestibles que están a punto de perecer dentro de la nevera o despensa. Con los filetes o sobras de pescado haz unas tortitas, tal y como sugieren en Recetas y Más TV.
Comienzo troceando los filetes de pescado y cuécelos en agua con sal. Cuando estén cocidos, pásalos para un plato y machácalos con el tenedor. Repite la operación con las patatas. Añade la pimienta, la cebolla, el perejil y el pan rallado. Amasa todo con las manos y cuando esté todo integrado dale forma de tortita. Finalmente, deja que se doren por ambas partes en la sartén. La cocinera emplea aceite de maíz y termina haciendo un aderezo de limón.
FOTO PRINCIPAL.: Foto de Elena Leya en Unsplash.