No encontramos inmersos en un mundo ruidoso. Desde los estallidos estridentes de las obras en las calles, pitidos de coches, autobuses y un sinfín de ruidos y zumbidos diarios provocados por el tráfico y los teléfonos móviles, se está volviendo imposible escapar de los sonidos de la vida.

En 1972, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró que el sonido era un contaminante oficial. En los cuarenta años transcurridos desde entonces, nuestro mundo solo se ha vuelto más ruidoso, y algunos sugieren que ahora vivimos en el "Infierno de los decibelios". Esas son malas noticias para los humanos, que pueden experimentar pérdida de audición, tinnitus, trastornos del sueño, estrés, déficit de atención y enfermedades cardiovasculares debido a la sobreestimulación. Y también son malas noticias para los animales.

Aceptar el silencio como práctica yóguica

Los animales en tierra también están bajo asedio acústico , gracias al ruido de nuestros automóviles, los explosivos utilizados en la extracción de petróleo y el ruido ambiental en general. Debido al ruido causado por los humanos, los animales no pueden escuchar los sonidos de los depredadores que se acercan, descifrar las llamadas de posibles parejas o localizar a sus crías. Incluso el ruido que creamos en busca de diversión y disfrute puede causar lo contrario para los animales, ya que invadimos los parques nacionales .

Muchos buscadores espirituales recurren a la meditación para reducir el ruido en la mente. ¿Y si esta práctica pudiera extenderse más allá del interior de nuestras cabezas?

Practicar mauna (sánscrito: मौनम्) podría ser la respuesta. A veces denominada "yoga silencioso", esta práctica nos pide que dejemos de hablar para conectarnos con algo más grande que nuestro yo egoico. "Solo a través de mauna podemos entrar en la guha o caverna secreta del corazón en la que el universo entero habita en su verdadera [luminosidad]", ofrece el Instituto Americano de Estudios Védicos.

Sin embargo, el silencio no tiene por qué ser quietud. Mahatma Gandhi observó un día de silencio todos los lunes, incluso durante sus años de lucha por la libertad. Sin embargo, no estuvo meditando todo el día. No, usaría el día para ponerse al día con el trabajo.

Cómo practicar Mauna

Puedes probar a hacer un retiro silencioso durante una semana. Hoy en día existen muchas opciones y hay muchas empresas que organizan retiros de fin de semana, de tres días, incñuso de una semana o más. En Girona, la sierra de Madrid o en muchos lugares de costa puedes elegir aquel sitio que más te llame para tu retiro de silencio.

Solo así puedes comprometerte más contigo misma y guardar silencio durante un día y seguir las instrucciones guiadas del instructor del retiro. Eso sí, deberá ser un retiro de meditaciones donde la práctica meditativa y el silencio sea lo predominante.

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