La lectura nos ayuda a evadirnos y a divertirnos. Es una herramienta que tenemos a nuestro alcance que nos permite vivir aventuras sin movernos del sillón de nuestro hogar. Ayuda a desarrollar nuestro intelecto y a trabajar partes tan importantes como la imaginación y la creatividad. Además, la lectura nos ...
La lectura nos ayuda a evadirnos y a divertirnos. Es una herramienta que tenemos a nuestro alcance que nos permite vivir aventuras sin movernos del sillón de nuestro hogar. Ayuda a desarrollar nuestro intelecto y a trabajar partes tan importantes como la imaginación y la creatividad. Además, la lectura nos relaja y nos ayuda a evadirnos de los problemas diarios.
Leer nos ayuda a relajarnos y a evadirnos: La lectura nos ayuda a evadirnos y a disfrutar dejando a un lado las preocupaciones de la vida diaria. Tan solo 10 minutos al día, son suficientes para desconectar y desestresarse. Es una increíble terapia para encontrar la calma y la paz mental.
Mejora nuestra capacidad cognitiva: El hábito de la lectura fortalece nuestras conexiones neuronales, mejorando la resistencia de nuestra mente a las lesiones y el deterioro causado por la edad. No conseguiremos ser inmunes a enfermedades degenerativas, pero sí a que estar aparezca más tarde y de forma más lenta.
Ayuda a que descansemos mejor: Coger un libro antes de dormir nos ayudará a relajarnos para poder tener un sueño placentero.
Estimula la concentración: Si uno se acostumbra a leer diariamente, se incrementa el nivel de concentración durante la lectura, algo que nos ayudará en muchos aspectos de nuestra vida.
Aumenta nuestra capacidad crítica y de análisis: La lectura nos ayuda a ganar en cultura y, por lo tanto, a que adquiramos un sentido crítico y analítico. Al leer, aumentamos nuestra capacidad de ver las circunstancias de la vida de una manera mucho más crítica, haciendo que crezcamos como personas y tengamos una mayor riqueza cultura.
Mejora el vocabulario y la gramática: Casi sin notarlo, el hábito de la lectura nos ayuda a mejorar vocabulario y gramática.
En definitiva, leer es un hábito que merece mucho la pena, no solo por entretenernos y ayudarnos a evadirnos, sino porque, además, es una fuente inagotable de beneficios para nuestro cerebro.
A pesar del éxito de las pantallas para leer, es bien cierto que, algunas personas se resisten a cambiar y siguen disfrutando de la lectura de la manera clásica: teniendo un buen libro de papel entre sus manos. Pero, ¿es mejor leer en papel o en pantalla digital?
En un principio, las pantallas resultaba algo incómodas para los lectores habituales. Sin embargo, a medida que han ido creciendo las nuevas generaciones, la tendencia ha cambiado y es mucho más fácil para ellos adaptarse a los nuevos métodos de lectura. Los libros electrónicos son más portables, ya que ocupan menos espacios y pesan menos, además son mucho más cómodos para leer libros largos.
Utilizar este método también permite facilitar la lectura, porque podemos cambiar el tamaño de la letra y el color o la intensidad de la pantalla. Por otro lado, los amantes de los libros clásicos en papel defienden que emocionalmente, no es lo mismo leer un libro impreso e ir pasando sus páginas que hacerlo en una pantalla digital. La experiencia sensorial no es la misma. Además, un libro de papel nunca se quedará sin batería o dejará de funcionar. Muchos estudios han comprobado, incluso, que los textos leídos en papel se fijan mejor en la memoria y ayudan a estimular la comprensión y la concentración de una manera más evidente.
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