Esta relación muy cercana a la naturaleza está principalmente presente, de forma simbólica, en la concepción de los jardines japoneses, que pretenden interpretar e idealizar la naturaleza limitando los artificios. Por lo general, se componen de los mismos elementos (árboles, plantas, flores, agua, arena, caminos de grava, pagoda...) y estos elementos ...
Esta relación muy cercana a la naturaleza está principalmente presente, de forma simbólica, en la concepción de los jardines japoneses, que pretenden interpretar e idealizar la naturaleza limitando los artificios.
Por lo general, se componen de los mismos elementos (árboles, plantas, flores, agua, arena, caminos de grava, pagoda...) y estos elementos se encuentran también en la cultura tradicional japonesa con, por ejemplo, el ikebana o el arte de la composición floral, la cultura de los bonsáis, la ceremonia del té o la escritura y pintura con tinta china.
La palabra Shiatsu apareció por primera vez en la década de 1920 gracias a Tenpeki Tamai, autor del libro "Terapia mediante presión con los dedos: shi-atsu, pero hubo que esperar hasta 1955 para que el ministerio japonés de salud reconociera oficialmente esta técnica de masaje, así como el masaje tradicional japonés (anna) y el masaje de tipo occidental. Y se ofrece oficialmente la siguiente definición:
"La terapia shiatsu es una forma de manipulación realizada con los pulgares, los dedos, las palmas, sin ayuda de ningún instrumento, mecánico o de otro tipo, que ejerce una presión sobre la piel humana para corregir el funcionamiento interno deficiente, favorecer y mantener la salud y tratar enfermedades específicas.
Shiatsu es una terapia no invasiva que puede ayudar a reducir el estrés y contribuir al bienestar general. Los defensores creen que tiene efectos preventivos y correctivos.
Se puede utilizar en el tratamiento de una amplia gama de condiciones internas, musculoesqueléticas y emocionales. Se cree que reduce la rigidez muscular, estimula la piel, ayuda a la digestión e influye en el sistema nervioso. El shiatsu se usa para tratar una amplia gama de afecciones crónicas, como dolores de cabeza, síndrome premenstrual, trastornos digestivos, fatiga, insomnio, fibromialgia, estrés, ansiedad y dolor musculoesquelético, incluido el dolor lumbar, de cuello y articular.
Al comienzo de la sesión, el practicante evalúa al cliente para determinar los patrones de desequilibrio que pueden estar presentes. Es importante evaluar el "estado del Qi" para que el profesional pueda brindarle al cliente la sesión terapéutica más efectiva. Luego, el profesional diseña un plan que le brindará al cliente el mayor beneficio terapéutico de acuerdo con sus necesidades individuales.
Masaje shiatsu de cuello y hombros. Shiatsu utiliza una variedad de técnicas manuales, que incluyen presión, amasamiento, relajación, golpecitos y estiramientos para acceder al Qi vital del cuerpo. En el caso de que la energía del cliente sea baja o deficiente, el practicante utiliza técnicas específicas para potenciar y vitalizar el Qi. Cuando el cliente está demasiado estresado, nervioso o ansioso, el practicante emplea técnicas para dispersar el "exceso" de energía. De esta manera, se regula el Qi. Shiatsu trabaja para aliviar condiciones, restablecer el equilibrio y promover la salud.
Un programa de mantenimiento regular de Shiatsu es una excelente manera de mantener el bienestar y mejorar la vitalidad. Este horario variará para cada persona. Una sesión de Shiatsu por mes puede funcionar bien para mantener el equilibrio para algunos. Pero para otros, un trabajo muy estresante, las demandas familiares, un estilo de vida hiperactivo, la falta de ejercicio u otros factores pueden requerir sesiones de Shiatsu más regulares.
Foto principal: Pexe