Estamos todos reunidos alrededor de la mesa, pero basta que alguien haga un movimiento para que acabe cayendo una copa de vino y se derrame el líquido por el mantel o que lo que ocurra es que, en el momento de servir la salsa de la carne, acabe goteando sobre el tejido. También puede pasar que antes de recibir a los invitados y ponernos a preparar la mesa, que el mantel que escojamos ya venga con los lamparones incrustados del año pasado. No temas porque existe solución para todos estos casos, así que olvídate de esconder el mantel y no volverlo a usar más.

Si la mancha es de vino tinto la puedes limpiar fácilmente con vino blanco. Vierte un poco de este producto sobre un paño y aplícalo sobre el derrame en cuestión, pero en vez de frotarlo haz pequeños toques sobre él con el trapo para evitar que se extienda la mancha. Después deja actuar unos minutos antes de proceder a lavar el mantel con agua y jabón. Otro truco podría ser el de usar sal para que este absorbiera el lamparón. En cambio, si lo que ha caído ha sido grasa o salsa de la carne y se ha producido en el momento, prueba a quitar todos los restos con una cuchara, después frota con un paño húmedo para intentar eliminar lo máximo posible de la mancha, evitando que esta se extienda. Pulveriza las manchas con un quitagrasas. En el caso de que el lamparón haya traspasado hacia dentro, emplea dicho producto por esa cara, frótalo a mano y lávalo en la lavadora, según indican en el vídeo de Pepa Tabero.

Vas a poner la mesa y ves que el mantel que has seleccionado está hasta arriba de manchas incrustadas que ya llevan bastante tiempo ahí, ¿qué hacer en ese caso? Vas a necesitar un cepillo de dientes viejo, lavavajillas, vinagre blanco y amoníaco perfumado. Coloca un poco de líquido de lavavajillas encima de cada uno de los lamparones, dejando que este actúe unos minutos. Frota con el cepillo cada mancha de forma independiente. A continuación, echa el vinagre y espera a que haga su efecto. Después repite lo del cepillado. Tras este paso, le toca el turno al amoníaco. Por último, emplea un producto más, un desengrasante quitamanchas y lávalo en la lavadora, como recomiendan en el canal de Pilar Fdez.

Llega el momento de la sobremesa, servimos los postres y tartas, y con tan mala suerte nos acaba cayendo un poco de chocolate sobre la tela. Lo que debemos hacer ante esta situación es recopilar unos cuantos productos, como polvos de talco, aceite vegetal, lavavajillas, bicarbonato, mitad de un limón, una cucharita, un cepillo de dientes y un secador de pelo. Primero, elimina los restos de chocolate con una cuchara. Después, aplica calor con un secador, agrega el aceite sobre ellos para que estos se disuelvan, frota con la cuchara, vuelve a secar, añade los polvos de talco y extiéndelos bien con la cuchara. Verás como se va absorbiendo poco a poco. Seguidamente, retira los polvos de talco, añade otro poco de aceite y frota con la cuchara. Vuelve a echar de nuevo los polvos y rasca con el utensilio. Seguidamente, vierte un poco de lavavajillas, frota con el cepillo y repite el proceso con el bicarbonato. Luego exprime medio limón sobre el lamparón, repasa con el cepillo, enjuágalo en agua para eliminar los restos de producto, agrega detergente y lava el mantel a mano. Finalmente, realiza un segundo lavado a máquina, tal y como se puede ver en el vídeo de Raúl Cereceda, químico orgánico y textil, en el perfil de Arte y Costura TV.

Finalmente, llega el momento del café y cuando la vamos a introducirlo en la taza, este acaba por todo el tejido. Una vez terminado el evento, retira el mantel de la mesa y sumérgelo en leche durante toda la noche y al día siguiente tan sólo tendrás que lavarlo en la lavadora. Esto vale si el mantel es claro, pero, ¿y si es de color? Pues bien, diluye un huevo con agua en un cubo, remueve, sumerge la prenda en el interior del recipiente durante unos minutos y por último lávala en la lavadora, como bien explican en el videotutorial de El Mueble.

FOTO PRINCIPAL.: Foto de Nicole Michalou.