En muchas culturas, cada luna llena tiene un nombre simbólico. Estos nombres generalmente se alinean con los acontecimientos estacionales y lo que la gente alguna vez tuvo que hacer para sobrevivir durante esa época particular del año. Al nombre de la lunación de enero se le llama Wolf Moon. Según la ...
En muchas culturas, cada luna llena tiene un nombre simbólico. Estos nombres generalmente se alinean con los acontecimientos estacionales y lo que la gente alguna vez tuvo que hacer para sobrevivir durante esa época particular del año.
Al nombre de la lunación de enero se le llama Wolf Moon. Según la Wicca, en la Edad Media inglesa y muchas tradiciones nativas americanas, Wolf Moon se refiere a los lobos que aullaban en las largas noches oscuras durante esta época del año. Los Cree se refieren a ella como la Luna Fría, y para los Dakota es la Luna Severa.
Como indican todos estos nombres, hay algo de frío, hay dureza y un poco de atronador en la luna llena de enero. Desde la perspectiva de las personas que vivían de la tierra, este habría sido el momento en que las reservas de alimentos de la cosecha se estaban agotando y la abundancia de la primavera aún estaba muy lejos. Habría sido fácil pasar hambre durante este tiempo.
Aunque muchos de nosotros en la actualidad vivimos en entornos urbanos donde abunda la comida, todavía hay algo que ha quedado de esa oscuridad de antaño de en enero. Las vacaciones acaban y entramos en una especie de resaca espiritual. La diversión y conexión que tuvo lugar durante todo diciembre ya terminó; y además, si las vacaciones te estresaron, puede que aún te estés recuperando.
Las noches aún son largas, oscuras y frías, y la primavera aún está lejos, y puede que entres, literalmente, en un periodo oscuro, literal y figurativamente.
Nuestra energía vital es muy baja en enero. Hemos pasado el nadir energético del solsticio de invierno, lo que significa que la luz del sol está comenzando a crecer nuevamente, pero muy poco.
Si comenzamos con las intenciones y las manifestaciones de año nuevo, lo podemos hacer mejor en el ámbito de los sueños y las intenciones en este momento: es mucho más fácil comenzar con cosas nuevas en la primavera, especialmente cuando nuestras intenciones implican cambiar hábitos arraigados que nos brindan comodidad y una sensación de seguridad. Es fácil deprimirse en enero; clásicamente, el tercer lunes de enero se conoce como el ´Blue Monday´, el día más deprimente del año.
Cuando nuestros espíritus no se alimentan adecuadamente en enero, podemos sentirnos como lobos aullando desesperadamente a la luna, nuestras más profundas ansias roen nuestras almas. Esto se exacerba cuando tratamos de ignorar ese hambre, superar nuestras necesidades físicas y emocionales y luego criticarnos por fallar.
Equilibra tu energía durante la luna nueva de invierno
Conócete a ti misma tal y como eres. Elimina cualquier expectativa de que tienes que estar alegre o llena de energía, y honra todo lo que le está sucediendo en este momento, en el momento presente.
Elimina cualquier vergüenza o culpa por querer o necesitar más descanso o tiempo a solas. Esto es natural y debe fomentarse durante la mitad más oscura del año.
Nutre tu espíritu con meditación, reflexión y cualquier práctica que te ayude a conectarte con tu ser superior o cualquiera que sea tu concepción de la espiritualidad.
Nutre tu cuerpo con alimentos de temporada tibios, cocidos y que te hagan sentir bien.
Ten cuidado con los objetivos propuestos de año nuevo que impliquen restringir calorías o que impliquen forzarte a hacer ejercicio que no te siente bien.
Participa en prácticas de movimiento donde realmente disfrutes, escucha a tu cuerpo si sientes que no tienes la suficiente energía como para llevarlo a límites donde no es necesario que lo lleves.
Pasa tiempo al aire libre durante el día. Respira aire fresco. Trata de encontrar la belleza en el mundo natural.
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