De manera general, los ojos rojos no suponen un problema importante de salud y responden bien a los tratamientos básicos. Una premisa fundamental es determinar el alérgeno desencadenante del enrojecimiento y evitar el contacto con él. En algunas ocasiones, es preciso emplear fármacos que debe pautar el médico.

Los expertos señalan que algunos remedios pueden reducir el enrojecimiento ocular:

1-Aplicar lágrimas artificiales. Resultan adecuadas para aliviar la irritación y eliminar los alérgenos que atacan al ojo. Presentan diferentes composiciones (con aloe vera, hialurónico, etc.) y se recomienda su empleo hasta cuatro veces al día.

2-Colocar compresas empapadas en agua, antifaces o paños fríos sobre los ojos cerrados un par de veces al día.

3-Evitar el contacto con factores desencadenantes o irritantes para tus ojos (como el humo, el polen, el polvo, el cloro o las mascotas, entre otros).

4-Mantener una humedad adecuada en la casa. Emplear un deshumidificador si es necesario eliminar el exceso de humedad ambiental.

5-Realizar una higiene personal correcta. Lavarse las manos con frecuencia y no tocarse los ojos con las manos sucias. Usar ropa de cama y toallas limpias a diario.

6-Usar gotas oftálmicas con antihistamínicos en su composición, especialmente si sueles padecer alergias estacionales, porque ayudan a reducir el picor.

7-Utilizar colirios descongestivos que reducen el enrojecimiento de los ojos. No pueden emplearse más de tres días seguidos.

La visita al médico es imprescindible siempre pero, en estas situaciones asociadas a los ojos, es fundamental:

-Has estado en contacto con personas que padecen conjuntivitis.

-Los ojos presentan lagrimeo o mucosidad (amarilla, marrón o verde) porque puede ser un síntoma de infección que necesita tratamiento médico urgente.

-Percibes dolor en o alrededor de los ojos o una sensibilidad o fotosensibilidad (molestias ante la luz) no habitual.

-Presentas fiebre o malestar general.

-El enrojecimiento o malestar dura más de una semana y no se ha resuelto correcta y completamente con los tratamientos ya empleados.

El mayor problema es que el enrojecimiento ocular sea debido a una infección causada por diferentes microorganismos. Es fundamental la visita al médico para el diagnóstico adecuado. Las infecciones virales de los ojos son las más frecuentes, suelen mejorar por sí solas y no suelen necesitar medicamentos de prescripción. Las infecciones bacterianas suelen requerir el empleo de antibióticos que el médico debe indicar. Ambas infecciones son contagiosas y se propagan con mucha facilidad, por lo que debes evitar el contacto de tus manos con tus ojos si has tenido que atender a una persona infectada, por ejemplo.