Elegir la alegría desde luego no es una tontería. El agotamiento, el estrés y la ansiedad, sino llegas a controlarlo del todo, te puede desbordar, y mucho. Pero siempre hay una razón detrás, para todo. Los últimos años nos han presentado muchos desafíos y la vida, y lo sabemos, es incierta, ...
Elegir la alegría desde luego no es una tontería. El agotamiento, el estrés y la ansiedad, sino llegas a controlarlo del todo, te puede desbordar, y mucho.
Pero siempre hay una razón detrás, para todo. Los últimos años nos han presentado muchos desafíos y la vida, y lo sabemos, es incierta, porque el vivir aquí y ahora se ha vuelto imprescindible. Vivir, sí, pero ¿de qué forma? En realidad, dependerá única y exclusivamente de tu actitud. Tu actitud frente a todo es lo más poderoso que tienes. Es realidad, es un ingrediente más..., pero muy poderoso si lo sabes utilizar.
Definido como un estado de agotamiento físico y mental provocado por períodos excesivos y prolongados de estrés no controlado, el agotamiento puede presentarse de diferentes maneras. La Organización Mundial de la Salud describe tres síntomas distintos: energía agotada y agotamiento (siempre sentirse cansado, sin importar cuánto descanse), sentimientos de negatividad y cinismo (luchar por encontrar el lado positivo o sentir que nada de lo que haga marcará la diferencia) y rendimiento reducido (lucha por alcanzar el mismo nivel que podría haber alcanzado en el pasado).
Cuando se trata de abordar el agotamiento, existen algunas estrategias populares que vienen a la mente: reducir las demandas de nuestra energía, tomarse un tiempo libre para sanar y restaurar, y buscar ayuda profesional. Todas estas estrategias pueden ser increíblemente útiles, pero puede haber algo más que aún no hayas considerado: priorizar la alegría .
La investigación muestra que experimentar alegría u otras emociones positivas puede ayudar a protegernos o recuperarnos del agotamiento. Esto se debe a que experimentar emociones positivas puede ayudarnos a desarrollar resiliencia y otras cualidades que nos ayudan a manejar mejor el estrés. Esto se entiende mejor utilizando una teoría llamada teoría de ampliar y construir, que a menudo se utiliza como base para la psicología positiva.
Según la destacada psicóloga social Barbara Fredrickson, mientras que las emociones negativas pueden impulsarnos a emplear comportamientos limitados y orientados a la supervivencia (como participar en la respuesta de lucha/huida/paralización), los pensamientos y las emociones positivas amplían nuestra conciencia y fomentan nuevos pensamientos y acciones.
Su teoría de ampliar y construir explica cómo cuando experimentamos emociones positivas como la alegría, ampliamos nuestro pensamiento y mejoramos nuestro funcionamiento cognitivo, permitiéndonos recurrir a una amplia gama de posibles soluciones y comportamientos, por lo tanto, construyendo una gran cantidad de recursos mentales. (incluida la resiliencia) que nos ayudan a vivir vidas mejores, más saludables y más satisfactorias.
Y lo bueno es que experimentamos esto como una espiral ascendente positiva, lo que significa que cuanto más experimentemos esas emociones positivas, mayores serán los beneficios. En el siguiente artículo, llegamos a los puntos clave...
Foto principal: Pexels
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