Wine Gogh ofrece clases de dos horas y media impartidas por artistas expertos que te enseñarán a dejar volar tu creatividad y pintar tu mejor cuadro. No hace falta que seas un Picasso o un Miró, la idea principal de Wine Gogh es la diversión. Acompañada, eso sí, de un ...
Wine Gogh ofrece clases de dos horas y media impartidas por artistas expertos que te enseñarán a dejar volar tu creatividad y pintar tu mejor cuadro. No hace falta que seas un Picasso o un Miró, la idea principal de Wine Gogh es la diversión. Acompañada, eso sí, de un poquito de arte y un poquito de vino.
Todos los profesores son expertos en Bellas Artes y te ayudarán a sacar a relucir ese artista que llevas dentro. Aunque tú todavía no lo sepas y aunque no hayas pintado en tu vida.
Ya sea en pareja, con amigos, con los compañeros de empresa o en la despedida de soltera de tu amiga, es el plan perfecto para combinar buen vino, con tus dotes artísticas y la mejor compañía.
No hace falta que lleves nada a tu cita en Wine Gogh. Ellos lo ponen todo. Las copas, los lienzos, la pintura y los pinceles. Tú solo has de dejar en casa tus inseguridades y llevar una buena actitud. El resto, solo será diversión y buen rollo.
Wine Gogh surgió de la necesidad de la unión de un grupo de artistas locales del barrio de Gracias de Barcelona y del centro de Madrid, que quería hacer talleres de pintura, sin que éstas resultaran tediosas y aburridas. Ellos querían que sus alumnos disfrutaran con el arte. Aprendiendo, pero también divirtiéndose. Por eso, en las clases de Wine Gogh el vino es ilimitado.
Pero, si crees que con dos copitas tu arte se puede ver resentido, en Wine Gogh también te ofrecen la posibilidad de añadir alguna que otra tapa que haga más llevadera la ingesta de vino. Solo debes añadirlo a la hora de reservar.
Cada una de las sesiones que se realiza en Wine Gogh es temática. Es decir, no llegarás a la clase y empezarás a pintar a tu libre albedrío. Cuando reserves debes elegir qué sesión es la que más te gusta en función del cuadro que pintarás. Las hay dedicadas a la Sagrada familia, a diferentes animales, a paisajes lejanos o para replicar, en la medida de lo posible, algunas de las creaciones del propio Van Gogh, por ejemplo.
Puedes ir solo o en compañía, en pareja o con amigos. Incluso con tus hijos, ya que los mayores de cinco años son bienvenidos, siempre con la supervisión de un adulto y sin degustación de vino, por supuesto.
Sin duda, un plan divertido para realizar en una salida de chicas, en una despedido de soltero, en un cumpleaños, en una cita romántica con tu pareja e incluso para crear vínculos con los compañeros de empresa. ¿Te apetece el plan?